En Alcolea de Calatrava, en Ciudad Real (localidad que ahora se encuentra cerca de todos sitios gracias al AVE) se encuentran los volcanes y los yacimientos de fósiles Las Higueruelas, incoado Bien de Interés Cultural en 1988. Situado sobre una antigua caldera volcánica y próximo a dos centros de emisión, el volcán Cabezo de Moro y Juan de la Puerta, se desconoce su cronología exacta. Pero los últimos estudios le dan una edad de Plioceno Tardío (los restos fósiles son de hace 3´3 millones de años, aproximadamente). Nuestro colega Leandro Sequeiros nos ha mandado esta nota sobre este yacimiento y la noticia de la publicación de un libro que se puede obtener por internet.
La existencia del yacimiento de Higueruelas se conoce desde el año 1935, pero la primera excavación data de 1971. Desde 1984 a 1991 se realizó el trabajo científico. En total se han localizado 1118 fósiles pertenecientes a unas 50 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios e invertebrados. Es un magnífico ejemplo de la colaboración entre aficionados y científicos. En el año 1935, un agricultor manchego, Casimiro Plaza, se encontraba trabajando en su huerto de Las Higueruelas, en Alcolea de Calatrava. Su azada tropezó con un cuerpo duro: se trataba de un hueso petrificado de grandes dimensiones. Cerca de él, encontró otros más. Enseguida comprendió que este hallazgo podía ser importante. Pidió prestado un tractor a un vecino, cargó los restos y se plantó en Ciudad Real, en el Colegio de los Marianistas. Allí estudiaban sus hijos y le habían hablado de un “sabio” profesor del colegio, D. Fidel Fuidio. Don Fidel quedó asombrado del descubrimiento y prometió ir a Las Higueruelas para excavar. Varias veces visitó el yacimiento y trasladó algunos restos al Museo del Colegio de Nuestra Señora del Prado. Allí se conservan. Pero meses más tarde, ya en 1936, el científico Fidel Fuidio fue encarcelado y luego fusilado por unos incontrolados. Allí terminó la primera etapa de investigación.
Pero en 1971 un hijo de Casimiro, Santiago Plaza Coello, maestro en la escuela de Alcolea de Calatrava, contactó con el paleontólogo Emiliano Aguirre. En septiembre de ese año realizó una excavación de urgencia junto al geólogo Eloy Molina y el arqueólogo Efraín Redondo Sánchez. Todos quedaron muy sorprendidos por la abundancia y riqueza del material recuperado. La familia propietaria de la finca de Las Higueruelas dio toda clase de facilidades a los investigadores y hay abundantes testimonios en la prensa de ese año. Meses más tarde, Aguirre y el paleontólogo belga, Edouard Boné visitan el yacimiento, hacen una trinchera y se reafirman en el gran interés científico de Las Higueruelas. Las excavaciones formales se iniciaron en 1984 y se prolongaron hasta 1991. Estos son algunos resultados.
Mastodontes, tortugas y volcanes de hace tres millones de años Desde entonces el yacimiento de “Las Higueruelas” ha dado muchas sorpresas. Nadie sospechaba la riqueza científica albergada bajos las huertas. Sin Casimiro y su hijo Santiago Plaza, nunca la ciencia habría tenido acceso a esta ventana abierta al pasado. Merecen la gratitud y el respeto de la comunidad científica. Nunca se agradecerá suficiente la labor de los “aficionados” que cooperan con los científicos.
El yacimiento de Las Higueruelas está unido a la palabra “mastodonte”. Esta palabra no tiene un sentido estrictamente científico. Se suele usar para designar a un grupo de familiares de los elefantes (proboscidios, provistos de trompa), de gran tamaño y con dos grandes colmillos curvos en el maxilar inferior. El Anancus si lo tiene, pero otros mastodontes, no. Ante la abundancia y calidad de los fósiles recuperados en Las Higueruelas en campañas exploratorias, la doctora María Teresa Alberdi dirigió entre 1980 y 1983 un proyecto de investigación sobre la geología y la paleontología del Campo de Calatrava cuyos resultados fueron publicados en 1984 por el equipo de paleontólogos formado por Emiliano Jiménez, Carlos Martín Escorza, Jorge Morales, Carmen Sesé y Dolores Soria, dirigidos por las Dras. María Teresa Alberdi y Ana Victoria Mazo.
Sin embargo, los fósiles recogidos no fueron restaurados y estudiados hasta 1979 y publicados en 1980. Entre los fósiles estudiados se cita un Anancus, un proboscidio antecesor de los actuales elefantes. Es el “fósil estrella” de las Higueruelas. El más visitado en el Museo Provincial de Ciudad Real. Pero fue el tesón de Emiliano Aguirre el logró que se pudieran establecer convenios y recabar fondos para iniciar un amplio proyecto de investigación que se prolongó hasta 2003. Ese año, se inauguró en el Museo Provincial de Ciudad Real la exposición “Hace tres millones de años”, en la que se mostraban los hallazgos más importantes de la excavación.
Conclusiones: El yacimiento paleontológico de Las Higueruelas, cerca de Alcolea de Calatrava, en Ciudad Real, ha dado una gran cantidad de restos fósiles. Con ellos y con los datos de la geología del entorno se ha podido reconstruir la convulsa historia geológica de este lugar hace unos tres millones de años. En esa época, muy diferente a la actual, los volcanes eran activos y el vapor de agua caía como lluvia caliente formando lagunas rodeadas de densos bosques. En las orillas, mamíferos y reptiles hoy extinguidos, llevaban una vida alterada periódicamente por las erupciones de lavas, polvo volcánico y vapor ardiente. La historia geológica de Las Higueruelas se puede conocer en la exposición del Museo Provincial de Ciudad Real.
Referencia bibliográfica: Sequeiros, L. (coordinador) Elefantes, tortugas y volcanes. Alcolea de Calatrava y sus fósiles. Bubok publish., Madrid, 2010, 332 páginas. [Se adquiere por internet, en http://www.bubok.com/libros/173584/Elefantes-tortugas-y-volcanes-ALCOLEA-DE-CALATRAVA-Y-SUS-FOSILES]
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