Miembros del grupo aragosaurus acaban de publicar en la prestigiosa
revista Quaternary International el primer trabajo sobre yacimientos de
alta montaña con aves en el Pirineo Aragonés. El trabajo, liderado por
Carmen Núñez-Lahuerta, es el resultado de las importantes labores de
prospección paleontológica en cuevas del Pirineo lideradas por los
aragosaureros Raquel Rabal Garcés y Víctor Sauqué, en colaboración con
el Centro de Espeleología de Aragón (CEA), cuya ayuda ha sido de gran
valor debido a la dificultad del trabajo en alta montaña.
Cinco
nuevos yacimientos en cuevas con restos de aves han sido descritos: la
Brecha del Rincón B-9, B-8 (ambas en la Sierra de Secús), Los Batanes
C-4 (Sierra Tendeñera), y C-15 y D-2 (ambas en el sistema Lecherines).
Las edades de estos yacimientos oscilan entre el Pleistoceno Superior y
el Holoceno. La importancia de este trabajo reside en dos puntos, el
primero es el escaso de registro paleontológico de aves en el Pirineo
español, que contrasta en gran manera con el amplio registro de aves en
el Pirineo Francés, donde se han analizado decenas de yacimientos. Este
trabajo comienza a rellenar este vacío de información en una zona muy
importante paleoecológicamente.
El otro aspecto de gran
relevancia del trabajo es la altura a la que se sitúan estos
yacimientos, se trata de unos de los yacimientos paleontológicos de aves
a mayor altura de Europa, siendo los yacimientos de la Brecha del
Rincón B-9 y la B-8 los yacimientos con restos de aves a mayor altura
descritos en los Pirineos. Este estudio representa el registro
paleontológico a mayor altura de varias especies de aves, estando este
registro a alturas por encima del rango actual de distribución de las
mismas. Es el caso de la codorniz (Coturnix coturnix), el grévol (Bonasa
bonasia), la paloma torcaz (Columba palumbus) y el grajo (Corvus
frugilegus). Además, la presencia del grévol en la cueva B-8 representa
el primer registro paleontológico de esta ave en el Pirineo, su
presencia puede responder al papel de la cadena como refugio climático
en épocas más cálidas. Otra aportación resaltable del trabajo es la
identificación de la posible presencia del arrendajo funesto (cf.
Perisoreus infaustus) en los Pirineos. Esta presencia representaría el
registro más al sur (tanto actual como paleontológico) de esta ave. Este
cambio de distribución podría ser reflejo también de cambios climáticos
pasados.
Los restos están en general bastante completos, alguno
de ellos muestra marcas de carroñeo. En cuanto al origen de la
acumulación, parece en todos los yacimientos debida a la actuación de
aves de presa como agentes acumuladores.
El análisis de las aves de
estos yacimientos ha revelado una gran cantidad de información que se
sumarán a los trabajos sobre otras faunas que está llevando a cabo el
grupo Aragosaurus, además de a otros trabajos que existían en la parte
española y a los trabajos de la parte francesa de los Pirineos. De esta
manera se va incrementando el conocimiento de esta zona y la
comprensión de los efectos de los cambios climáticos del pasado.
Referencia completa:
Núñez-Lahuerta,
C., Galán, J., Sauqué, V., Rabal-Garcés, R., Cuenca-Bescós, G. 2017.
Avian remains from new Upper Pleistocene and Holocene sites in the
Spanish Pyrenees. Quaterarny International,
http://dx.doi.org/10.1016/j.quaint.2017.06.007.
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