El mundo de los micromamíferos es fantástico y pese a su pequeño tamaño,
gigantesco. Sus fósiles nos traen de nuevo los pasajes olvidados en
los que vivieron nuestros ancestros como los que llevamos estudiando
durante los últimos 20 años en Atapuerca. Para reconstruir el paisaje
del pasado debemos saber cómo vivieron los ancestros de los
micromamíferos actuales. Para esto tenemos que saber cómo viven ahora. Y
esto es de lo que va esta historia, un interesante estudio sobre la
movilidad de un pequeño roedor, la rata de agua, que es capaz de
recorrer varios kilómetros para encontrar a su “chica”. Se trata del
“Romeo”, como lo llama Xavier Lambin, uno de los autores del artículo,
más pequeño que conozcamos entre los mamíferos.
La Foto es de Arvicola sapidus. Rafael Díaz de la Guardia. Universidad de Jaen
El artículo, resumido en El MUNDO
“Lo arriesgan todo por encontrar a su media naranja. Una especie de rata de agua británica ('Arvicola amphibius')
no duda en abandonar a su familia y poner en peligro su vida para
hallar a una pareja con la que procrear y asegurar la supervivencia de
la especie. Así lo asegura un equipo de investigadores de la Universidad
de Aberdeen, que durante más de una década ha seguido el rastro de
estos 'románticos' roedores por la geografía escocesa.
Son tantos
los peligros a los que debe hacer frente durante el viaje que emprende a
la búsqueda de una pareja que, según calculan los científicos, sólo un
10% sobrevive: "La probabilidad de que mueran durante el viaje es, al
menos, 10 veces más alta que si se quedan en su hogar", explica a
ELMUNDO.es Xavier Lambin, autor principal de este trabajo cuyas
conclusiones fueron presentadas hace unos días en el Festival Británico
de la Ciencia celebrado en Aberdeen.
"Decidimos estudiar este
animal porque se trata de una especie que ha sufrido un declive
catastrófico debido a la invasión del visón americano. Simultáneamente,
todavía quedan poblaciones intactas en áreas a las que todavía no ha
llegado el visón. Nuestro trabajo ha sido realizado con estas
poblaciones intactas", señala Xavier Lambin a través de un correo
electrónico”
Lo interesante para la paleontología de los roedores
cuaternarios es que este trabajo nos abre nuevos “paquetes” de
preguntas: ¿son por esto tan raros (numéricamente) los restos de
Arvicola fósiles? En Atapuerca hemos estudiado una muestra gigantesca de
micromamíferos fósiles, con más de mil ejemplares en alguno de los
niveles de Gran Dolina y de la Sima del Elefante, lo que nos ha
permitido hacer análisis de la distribución de los pequeños vertebrados
de manera muy precisa. Por esto podemos conocer con cierta seguridad
los cambios en la composición de las asociaciones de la microfauna del
pasado. Sin embargo nos preguntábamos ¿Por qué los ancestros de la
rata de agua Arvicola, Mimomys savini, son tan escasos? ¿es que no había rapaz capaz de cazarla?
Una de las respuestas puede estar en el artículo de Lambin: las poblaciones de Arvicola y su ancestro Mimomys,
disminuirían numéricamente en Atapuerca cuando las condiciones
climáticas fueran adversas y la población se volvía discontínua.
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