jueves, julio 24, 2014

En busca de cocodrilos por EE.UU.

Durante los meses de Mayo, Junio y Julio nuestro miembro del equipo Eduardo Puértolas ha estado realizando una estancia de Investigación en Iowa City (Estados Unidos) con el objetivo de estudiar los principales crocodilomorfos de Norteamérica. A continuación os adjuntamos un breve relato de su experiencia: Tras obtener una beca para realizar una estancia breve (FPU) en EE.UU., y no sin pocos problemas burocráticos para conseguir un visado, a principios de Mayo pude marchar a las Américas. Mi estancia ha sido supervisada por el Dr. Christopher Brochu de la Universidad de Iowa, al cual he de agradecer toda la ayuda y hospitalidad prestada durante estos tres meses. 

Tras una semana de aclimatación en Iowa City realicé mi primer viaje al Field Museum of Natural History (Chicago), situado a tan solo 4 horas de coche de Iowa City. Tras algunas dificultades y anécdotas, como tener que ser “rescatado” por la policía tras terminar en el barrio más peligroso de Chicago en busca de un hostel que resultó que no existía (riesgos de reservar alojamiento barato por internet), por fin pude comenzar el trabajo en el museo. Lo primero que destaca de este museo es su tamaño, su belleza y su localización, situado a las orillas del Lago Míchigan desde donde se pueden contemplar unas magníficas vistas de los rascacielos de Chicago.  Por dentro el museo tampoco desmerece, y con lo primero que te encuentras al entrar es con el enorme esqueleto de Sue, probablemente el T. rex más famoso que existe. Como resultado de esta visita pude estudiar de primera mano varios crocodilomorfos actuales, incluidos los holotipos de Crocodylus novaeguineae y C. mindorensis, así como gran cantidad de taxones fósiles como Alligator prenasalis, Borealosuchus riggsi o Ceratosuchus entre otros muchos.

Mi siguiente parada fue el congreso del Crocodile Specialist Group en Lake Charles (Lousiana). Aaunque no era un congreso específico sobre paleontología, me permitió hacer contactos y aprender bastantes cosas sobre biología, ecología y sistemática de los crocodilomorfos actuales. Además fue una estupenda oportunidad para visitar los pantanos de Lousiana y poder contemplar aligátores a escasos metros y en su medio natural.

Durante parte de Junio y Julio realicé mi siguiente, último y más largo viaje con el objetivo de visitar las colecciones paleontológicas y herpetológicas de los principales museos de la costa este de los Estados Unidos. La primera parada del viaje fue en el American Museum of Natural History de Nueva York, uno de los museos de ciencias naturales más importantes del mundo y el más impresionante en el que yo haya podido estar. La cantidad de taxones dentro de los almacenes compactos de este museo es abrumadora, y cada cajón que abres esconde una sorpresa. Durante dos semanas de trabajo intensivo pude revisar gran parte de los crocodilomorfos que existen en la actualidad y en torno a unos 20 taxones fósiles de entre los cuales destacan los holotipos de Necrosuchus ionensis, Borealosuchus wilsoni, Brachychampsa montana, Allognathosuchus mooki, Prodiplocynodon langi o Asiatosuchus grangeri.


El siguiente viaje fue a la Universidad de Stony Brook, una pequeña ciudad situada en Long Island (Nueva York). Tras perder la mitad de mi día de visita entre los diferentes trenes y transbordos necesarios para llegar a Stony Brook (un viaje de 2 horas que se convirtió en un infierno de 5 horas) por fin llegué a la universidad donde me atendió amablemente el Dr. Alan Turner, especialista en crocodilomorfos y dinosaurios terópodos. En mi breve visita pude contemplar de primera mano varios ejemplares del Cretácico de Madagascar, entre los cuales se encuentran algunos de los crocodilomorfos más raros que hayan pisado la Tierra, como el holotipo del pequeño “cocodrilo” herbívoro de morro achatado Simosuchus, además de otros taxones norteamericanos como el holotipo de Protosuchus richardsoni, uno de los crocodilomorfos más basales que existen.

La ruta continuó hasta la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut) donde se encuentra el Yale Peabody Museum of Natural History. New Haven es una bonita ciudad que parece entramarse alrededor y dentro de la Universidad de Yale, una de las universidades más reconocidas y antiguas de Estados Unidos. El museo es relativamente pequeño, pero su interior alberga una importante colección de paleontología. Dentro de los crocodylomorfos destacan varios holotipos como Pristichampsus vorax, el  crocodiloideo basal “Crocodylus” affinis, o gavialoideos como Thoracosaurus o Gavialis lewisi.

La última parada de este viaje, y no menos intensa, fue en el National Museum of Natural History (Smithsonian) localizado en la capital de EE.UU., Washington DC. Situados en pleno centro de la capital, entre el capitolio y el monumento a Washington, se encuentran los diferentes museos del Smithsonian (todos gratuitos, por cierto), entre los que destaca el National Museum of Natural History. Dentro de este museo pude estudiar el resto de crocodilomorfos actuales que me quedaban por ver así como muchas formas extintas entre las que destacan el holotipo de Borealosuchus sternbergii, varios ejemplares de C. affinis (uno de ellos completo), multitud de cráneos de Allognathosuchus polyodon (entre ellos el holotipo), así como varios gavialoideos como Gavialosuchus americanus o Eosuchus minor.

En resumen ha sido una estancia de lo más productiva, donde he podido estudiar de primera mano todas las especies de crocodilomorfos que existen en la actualidad así como la mayoría de crocodilianos extintos de Norteamérica (pricipalmente del Cretácico y del Terciario). En total han pasado por mis manos en torno a 70 taxones diferentes representados por más de 250 especímenes que servirán para establecer comparaciones con los taxones europeos objetivo de mi tesis.

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