viernes, diciembre 23, 2011

Los saurópodos llegaron a la Antártida cuando no existía el casquete polar


Entre los saurópodos se encuentran los organismos terrestres más grandes que han existido. Muchos de ellos presentaban un gran tamaño, lo que ha hecho que sus descubrimientos sean de gran interés. Hasta ahora se habían encontrado sus restos fósiles en todos los continentes excepto en la Antártida. Sin embargo también llegaron a colonizar este continente, tal y como demuestra un reciente trabajo publicado en la prestigiosa revista Naturwissenschaften. Colegas argentinos liderados por Ignacio Cerda acaban de describir por primera un fósil de saurópodo proveniente de las tierras heladas antárticas tal y como se ven en la fotografía. La investigación forma parte de las actuaciones del Instituto Antártico Argentino.

El fósil estudiado se trata un fragmento de vértebra caudal que pertenece a un titanosaurio. Los niveles que se ha encontrado son del Cretácico Superior, que es precisamente el intervalo temporal en el que estos saurópodos se diversificaron en todos los continentes. Se trata de un fósil bastante fragmentario, pero su morfología general, incluyendo la forma de sus caras articulares y la forma del centro vertebral es similar a otros titanosaurios derivados.

La presencia de los saurópodos en la Antártida plantea problemas de tipo paleobiogegráfico. Una propuesta es la dispersión desde Sudamérica. Al final del Cretácico se estableció un paleoistmo entre Patagonia y la Península Antártica. De hecho este mecanismo paleobiogeográfico ha sido el propuesto para explicar dinosaurios hadrosáuridos en el Cretácico Superior de la Antártida. Una segunda posibilidad es que los titanosaurios estaban en esta región desde el Cretácico Inferior. En ese momento la Antártida estaba unida a Australia, donde se han encontrado saurópodos similares, pero más primitivos. El registro fósil es inexistente en el Cretácico Inferior de la Antártida, por lo que se trata de un problema paleobiogeográfico sin solución.

La referencia completa es: Cerca, I.A., et al., 2011. The first record of a sauropod dinosaur From Antarctica. Naturwissenschaften. DOI 10.1007/s00114-011-0869-x

martes, diciembre 20, 2011

Sobre los dinosaurios de Ladruñan


Peirón, la revista que edita el Centro de Estudios del Maestrazgo Turolense (CEMAT) recoge en su último número de 2011 un artículo divulgativo sobre los dinosaurios de Ladruñán. Animamos a la lectura de este trabajo donde el aragosaurero José Manuel Gasca, director de excavaciones junto a Miguel Moreno, ofrece un repaso informativo sobre el yacimiento de dinosaurios “Camino de la Algecira” próximo a Ladruñán, en el Maestrazgo turolense. En este trabajo se revelan interesantes detalles sobre cómo se encontró el yacimiento paleontológico o información actualizada de cómo va el progreso de las excavaciones.

El grupo Aragosaurus llevamos trabajando cuatro años en este relevante yacimiento turolense. En Ladruñán, término de Castellote, se realizan campañas de excavaciones anuales y estamos recuperando importantes restos fósiles de dinosaurios del Cretácico Inferior. Un breve resumen sobre el yacimiento de dinosaurios de Ladruñán se puede consultar en el apartado de investigación de la web de Aragosaurus. Y el artículo de la revista Peirón titulado “Conociendo a los dinosaurios de Ladruñán” se puede descargar en el apartado de publicaciones de Aragosaurus.

lunes, diciembre 19, 2011

Un nuevo primate del Mioceno Superior de la Península Ibérica

Nuestros colegas del ICP acaban de publicar en la revista ‘American Journal of Physical Anthropology’ la descripción de un nuevo género de primate pliopitécido, a partir de restos fósiles del yacimiento Mioceno de Castell de Barberà (Barcelona, España). Nos ha llegado la nota de prensa del ICP que os adjuntamos casi integra. Este nuevo género y especie se ha bautizado como Barberapithecus huerzeleri. Los restos recuperados incluyen gran parte de la dentición de un individuo hembra, así como algunos dientes sueltos otros individuos. En otro artículo publicado en esta misma revista, los investigadores del ICP dan a conocer el resto fósil de pliopitécido más antiguo de la Península Ibérica, en este caso un diente recuperado en uno de los yacimientos del Abocador de Can Mata.

Los investigadores del ICP David M. Alba y Salvador Moyà acaban de publicar el artículo “A new pliopithecid genus (Primates: Pliopithecoidea) from Castell de Barberà (Vallès-Penedès Basen, Catalonia, Spain)” publicado en la prestigiosa revista ‘American Journal of Physical Anthropology’. Este trabajo recoge la descripción de un nuevo género de primates,
Barberapithecus, a partir de los restos fósiles recuperados al yacimiento de Castell de Barberà (Barberà del Vallès, Vallès Occidental).

Barberapithecus huerzeleri es un pliopitécido del Mioceno, de hace unos 11 millones de años, que recibe su nombre en reconocimiento de la localidad donde se ha encontrado y del paleontólogo suizo Johannes Hürzeler, conocido por sus contribuciones a la paleoprimatología y que había colaborado con Miquel Crusafont. Los restos dentales recuperados incluyen 15 dientes de un individuo hembra, que representan gran parte de la dentición definitiva, y que constituyen el holotipo (ejemplar tipo) de esta especie. Se incluyen también un diente premolar aislado y, más tentativamente, un diente canino de otros individuos.

Los pliopitécidos son un grupo primitivo de catarrinos (también conocidos como los simios del Viejo Mundo), que aparentemente se originó antes de la divergencia entre los monos del Viejo Mundo (los cercopitecoideos) y el grupo de los antropomorfos y los humanos (los hominoideos). Se caracterizan por presentar sólo dos premolares, al igual que otros catarrinos, así como una morfología dentaria particular, con unas crestas del esmalte que constituyen el llamado “triángulo pliopitecino” en los molares inferiores. Hasta el momento, gran parte de los restos fósiles recuperados en las diferentes localidades son, de hecho, restos dentales.


Los pliopitécidos son un grupo exclusivamente euroasiático, a pesar de que originado a partir de ancestros africanos todavía por determinar. De hecho, los pliopitécidos fueron los primeros catarrinos en dispersarse desde África hacia Eurasia, donde experimentaron una radiación evolutiva en un continente hasta entonces vacío de otros simios. Después de la radiación inicial del grupo en la Asia durante el Mioceno inferior, los pliopitecinos podrían haberse dispersado posteriormente hacia Europa durante el Mioceno Medio.

Tradicionalmente, los pliopitécidos europeos se han agrupado en dos grupos, los pliopitecinos y los crouzelinos, en base a la morfología dentaria. Aun así, tal y como apunta David M. Alba, “B
arberapithecus pone de relieve que los crouzelinos podrían no constituir un grupo natural, sino una especie de cajón de sastre que incluiría formas no del todo estrechamente relacionadas, sino evolucionadas independientemente y en tiempos diferentes a partir de ancestros pliopitecinos”. Quedan todavía análisis rigurosos para discernir las relaciones de parentesco dentro de este grupo, pero la descripción de Barberapithecus constituye una aportación signiticativa a este respeto.