jueves, febrero 19, 2015

Hemos descubierto un nuevo yacimiento de icnitas de dinosaurio en el Parque Cultural del Río Martin


 El nuevo yacimiento de icnitas de dinosaurio se encuentra en rocas de hace unos 130 millones de años cerca del núcleo urbano de Obón (Teruel) en el Parque Cultural del Río Martin. Su nombre es Río Cabra por dominar este singular paraje.

Los primeros indicios de icnitas fueron encontrados accidentalmente hace 3 años por parte de José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca Bescós, ambos miembros del Grupo Aragosaurus-IUCA y el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza. Durante los últimos meses se ha procedido a una limpieza superficial del yacimiento por parte de investigadores de la UZ y del Parque, gracias a una ayuda económica de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la DGA. El yacimiento se ha delimitado y señalado su presencia para que pueda ser visitado. Se trata por tanto de un nuevo atractivo de turismo cultural para los visitantes del Parque

El estudio científico acaba de comenzar, pero se puede adelantar algunas singularidades del yacimiento. El yacimiento se encuentra conservado en un estrato casi plano formado a partir del endurecimiento de un sedimento depositado en el borde de un lago costero por donde los dinosaurios se desplazaban. La limpieza superficial del yacimiento ha permitido descubrir más de una cincuentena de icnitas de dinosaurios distribuidas en rastros en diferentes orientaciones. Están representados los saurópodos con pisadas de pie y mano, algunas de gran tamaño. Los saurópodos eran dinosaurios cuadrúpedos con largos cuellos y colas. Suelen ser de gran tamaño como los conservados en el yacimiento Río Cabra. El sedimento donde pisaron tenía una gran cantidad de agua por lo estos grandes dinosaurios deformaron mucho el substrato. Esto ha quedado conservado en el yacimiento, de manera que se pueden ver perfectamente el barro extruido al pisar estos colosos y las pisadas muy deformadas. El yacimiento también conserva pisadas de un dinosaurio bípedo, que podría ser de un gran carnívoro.

 Además la limpieza ha permitido descubrir unos enigmáticos, largos, y anchos surcos producidas, al parecer, por los pies de los dinosaurios cuadrúpedos al moverse por el barro. Estructuras similares no se han descrito en otras partes del mundo por lo que el interés científico del yacimiento es significativa. El grupo de investigación espera tener respuesta a este enigma en los próximos meses.