viernes, junio 07, 2013

Algunas claves de la extinción de los dinosaurios están en los Pirineos aragoneses

En dos entregas anteriores hemos visto como carecemos de evidencias directas que la caída de un gran meteorito hace 65 millones de años fuera el agente asesino de la mayoría de los dinosaurios. Uno de los lugares del mundo donde podemos encontrar esas evidencias son una estrecha franja de afloramientos del  Pirineo aragonés situado entre Arén y Campo (Huesca). Ahí se encuentran en perfecta sucesión las rocas de los últimos millones del Cretácico repletas de huesos e icnitas de dinosaurios.

Iscles es un pequeño pueblo abandonado perteneciente a la localidad de Arén en la Comarca de la Ribagorza. Muy cerca de sus casas medio derruidas se encuentra un barranco donde aflora de manera espectacular las rocas del final del Cretácico y del comienzo del Terciario. La erosión ha dejado al descubierto los estratos de arcillas rojizas y areniscas que se formaron en antiguos ríos hace 65 millones de años. Desde las casas hundidas se puede observar la sucesión de estratos que se formaron unos millones de años antes y después del límite. Estas arcillas rojas suelen tener restos de huesos dinosaurios en áreas cercanas, pero por el momento no los hemos encontrado en Iscles. Pero existen otras evidencias de estos grandes reptiles, se trata de icnitas (pisadas fosilizadas) conservadas en la parte baja de los estratos de areniscas. Se trataría de los moldes rellenos en arena de las verdaderas pisadas. Estas icnitas se encuentran en los cinco primeros estratos de areniscas que se pueden ver en Iscles, pero no se encuentran en el sexto, ni en ningún otro por encima. Estas icnitas tienen una forma tridáctila y fueron producidas por hadrosáuridos de tamaño medio. Son dinosaurios comedores de plantas que se caracterizan por tener una mandíbula con muchos dientes especializada en triturar las plantas más resistentes. Isclés es uno de esos raros lugares del mundo donde se encuentran representado la transición entre el Cretácico-Terciario con restos de dinosaurios. Nos enseña que los fósiles de estos colosos se encuentran hasta un nivel, y luego ya no vuelven a aparecer.

Las arcillas de Isclés pertenecen a una formación geológica que se puede seguir desde Pirineo leridano hasta Campo, pasando por Arén todo ello en Huesca. Huesos y huevos fósiles de dinosaurios recogidos en esta formación se conocen desde la década de los 1950 en los alrededores de Tremp, pero sin embargo no se habían encontrado en la parte aragonesa hasta el año 1995. Desde entonces nuestro grupo ha descubierto docenas de yacimientos de huesos e icnitas de dinosaurios en toda esta zona.

Uno de los grandes problemas para dar respuesta a la extinción de los dinosaurios es la ausencia de buenos afloramientos con fósiles que nos muestren si estos vertebrados se extinguieron a la vez que las evidencias del impacto, antes o después. Otra pregunta es si su extinción se fue produciendo a largo de los últimos cientos de miles de años del Cretácico. Los alrededores de Arén representaban una magnífica oportunidad para dar respuesta a estas preguntas, al menos en los Pirineos. A lo largo de estos años hemos descubierto todo un ecosistema fósil completo de vertebrados donde los dinosaurios son las estrellas. Hemos descrito dos hadrosáuridos nuevos (Arenysaurus, Blasisaurus), pero además hay restos fragmentarios de otros hadrosáuridos, dinosaurios terópodos, saurópodos. Hay que destacar que estos dinosaurios oscenses son los más modernos que se han encontrado en Europa, vivieron solo unos miles de años antes de la caída del meteorito, y quizás a la vez. A ellos les acompañan cocodrilos, dos de ellos nuevos (Arenysuchus, A. subjuniperus), aves, anfibios, tortugas, lagartos. Extraerlos de loa yacimientos ha sido complicado, muchos de estos fósiles se encontraban en rocas muy duras, por lo que hemos necesitado usar técnicas de cantería y miles de horas en el laboratorio. Los mejores ejemplares encontrados se pueden visitar en el Museo de los Últimos Dinosaurios de Arén. Además de ejemplares originales, hay reconstrucciones como la fotografía, videos y toda la información de cómo vivían estos colosos. También se pueden visitar algunos de los yacimientos donde se han encontrado los fósiles. La visita a Arén nos da una completa jornada de turismo paleontológico.

En el Pirineo aragonés hemos encontrado los fósiles, pero por el momento no hemos reconocido las evidencias del impacto meteorítico, como es el enriquecimiento de Iridio o las microtéctitas que hablamos semanas pasadas. Lo hemos buscado, pero por el momento no ha habido resultados. ¿Entonces cual es la información que nos ofrecen nuestros dinosaurios para la controversia del límite Cretácico-Terciario?

La más importante de todas es que empezamos a conocer la diversidad de los dinosaurios en los últimos miles de años del Cretácico en esta parte del mundo. Solamente en el centro de Estados Unidos de América tienen un registro fósil similar. En esta zona de Europa estaban bien diversificados y sus fósiles son abundantes hasta un nivel geológico concreto (El quinto estrato de areniscas de Iscles). En estratos más modernos no hay huesos ni hay icnitas de dinosaurios. La conclusión es clara conocemos el momento en que desaparecieron en los Pirineos. Resulta sugerente relacionar esta desaparición brusca con la caída del meteorito, solo nos falta encontrar un poquito de iridio para demostrarlo. Mientras tanto vamos a seguir documentando los últimos dinosaurios que vivieron en lo que hoy conocemos como Aragón.

El cambio climático global: la evidencia de una realidad


Nos ha llegado información de un interesante Curso de la Universidad de Verano de la Uned en Asturias (Gijón). Su título es:  El cambio climático global: la evidencia de una realidad. Será del 26 al 28 de Junio del 2013

Este curso está dirigido por Jesus F. Jordá. El curso pretende dar a conocer diferentes aspectos del cambio climático global a través de una serie de exposiciones científicamente rigurosas que se completarán con una visita al Museo del Jurásico de Asturias donde se podrán observar los efectos de los cambios climáticos a lo largo de la Historia de la Tierra. El curso pretende sentar las bases para que los estudiantes de diferentes especialidades y la comunidad en general tengan acceso al conocimiento científico, real y contrastado del cambio climático global, sus causas y sus efectos, alejado de las visiones, negacionistas por un lado y catastrofistas por otro, presentadas por determinados sectores de la sociedad.

Inscripción, programa etc. en la web de la Uned.

miércoles, junio 05, 2013

Archicebus, el esqueleto fósil más antiguo de un primate.

La revista Nature acaba de publicar un articulo con la descripción de un pequeño y diminuto primate del Eoceno de China. Se trata del esqueleto prácticamente completo más antiguo del registro fósil. En niveles tan antiguos como éste se habían encontrado dientes aislados, pero nunca un ejemplar tan completo que nos permite conocer como era la morfología de los primates más primitivos.

La radiación inicial de los primates se produjo al comienzo del Eoceno, hace unos 56 millones de años. Se trata del momento de mayor calentamiento de la Tierra debido al efecto invernadero. El clima tropical llegaba hasta latitudes muy altas, de manera que lo que hoy conocemos como España tenía bosques tropicales y sus costas estaban cubiertas de manglares y pantanos como los actuales del Caribe o de Australia por decir dos lugares. En estos bosques es cuando comenzaron a diversificarse los primates. Hasta ahora solo se conocían dientes y huesos aislados de diferentes partes del mundo… y en esto ha llegado Archicebus.

Como se puede ver en la fotografía se trata de un ejemplar articulado y perfectamente conservado. Su nombre Archicebus achilles significa mono antiguo -arche- de cola larga -cebus-. El nombre de la especie hace referencia a la similitud que tiene el hueso del talón al de los primates parecidos al hombre, de ahí el nombre Aquiles (achilles, en griego). Archicebus nos enseña como eran los primates cercanos a la separación entre los primates tarsiformes y los primates antropoides.

Hasta el momento se asumía que los primeros primates se desplazaban por los árboles saltando y caminando entre los árboles. Dicho de otra manera, no se contemplaba la posibilidad que pudieran agarrarse con manos y pies a las ramas como medio de desplazamiento entre los árboles. Sin embargo Archicebus tiene un pulgar oponible, y por tanto con capacidad de agarre como lo hace un chimpance en la actualidad.

La adquisición de un carácter como el pulgar oponible en primates tan antiguos va a ser importante par reconstruir la línea evolutiva en la que nos encontramos los humanos. Primates tan derivados evolutivamente como Archicebus lo que parece indicar es que los primeros primates hay que buscarlos en niveles más antiguos que el Eoceno. Evolucionaron en el Paleoceno… o podrían ya haber convivido con los últimos grandes dinosaurios.

martes, junio 04, 2013

Robados los restos del esqueleto encontrado en Coll de Nargó

Los restos del esqueleto que los investigadores del ICP estaban extrayendo desde el lunes de la semana pasada en Coll de Nargó fueron robados la noche del jueves al viernes. Los hechos fueron denunciados a los Mossos d’Esquadra que han abierto una investigación. Hay antecedentes sobre el expolio de fósiles en la zona a pesar de que la legislación vigente prohíbe la extracción sin autorización y su comercialización.

El pasado lunes, el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont inició la campaña de excavaciones en Coll de Nargó (el Alt Urgell) con el objetivo de extraer un esqueleto de un pequeño vertebrado encontrado algunas semanas atrás por un miembro de la ADAU, la Associació d’Amics dels Dinosaures de l’Alt Urgell. Los trabajos estaban en su fase final y los investigadores preveían extraer el fósil el mismo viernes para trasladarlo a Bellaterra para su restauración y posterior estudio. Cuando los investigadores llegaron al yacimiento viernes por la mañana, el fósil ya no estaba.

Los hechos fueron denunciados a los Mossos d’Esquadra que desplazaron una unidad de la policía científica que identificó roderas y huellas frescas cercanas a la zona e inició una investigación para tratar de recuperar la pieza. Se desconoce el móvil del robo y no se descarta ninguna hipótesis. El yacimiento de Pinyes de Coll de Nargó es uno de los más importantes del mundo en huevos de saurópodo de hace unos 70 millones de años y en él se encontró la puesta de huevos de dinosaurio más completa de Europa.

Se da la circunstancia que algunos yacimientos de la zona habían sido objeto de expolio años atrás. Ángel Galobart, jefe del Grupo de investigación de Mesozoico del ICP ha comentado que "El hallazgo de este fósil había levantado mucha expectación, pues era la primera vez que se encontraba un esqueleto que parecía bastante entero en un lugar que parece claramente que era una zona de nidificación". La parte visible del esqueleto estaba formada por cinco o seis vértebras y huesos que podrían pertenecer la extremidad superior del animal. Se desconoce si se trataba de los restos de una cría de dinosaurio o de algún depredador de éstos. Sobre la desaparición, Galobart ha dicho que "este robo es una doble pérdida, por un lado por la ciencia pues es una pieza única que podría aportar mucha información sobre el comportamiento nidificador de los dinosaurios, pero por otro también lo es para el público general y, sobre todo, por el pueblo de Coll de Nargó y la comarca del Alt Urgell que han apostado por el turismo cultural desde hace ya unos años y que están luchando por tener un museo donde se expongan los hallazgos de dinosaurios de la zona".

Desde el año 1993 en Cataluña los restos fósiles de vertebrados, como los dinosaurios, se encuentran incluidas dentro del patrimonio cultural catalán y por tanto protegidas. Jordi Galindo conservador del ICP ha comentado que "la Normativa actual, vigente desde el año 2002, equipara el grado de protección del patrimonio paleontológico en el arqueológico, los robos, destrucciones o daños. Al patrimonio paleontológico tienen la misma consideración legal que los realizados en un yacimiento arqueológico. "Las actuaciones sobre el patrimonio paleontológico como la prospección, excavación o documentación de restos fósiles, deben estar autorizadas por el Servicio de Arqueología y Paleontología, dependiente del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.

lunes, junio 03, 2013

 En el año 1967 el paleontólogo Miquel Crusafont describió una nueva especie de primate a partir de un único diente: un molar encontrado en Sant Cugat de Gavadons que asignó a la especie Pseudoloris reguanti. Este fósil único desapareció de la colección del Institut de Paleontologia de Sabadell. Más de 40 años después, investigadores del ICP han identificado varios dientes de Pseudoloris en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea (Suiza) que han permitido volver a describir la especie y sospechan que uno de las molares estudiados podría ser el mismo diente perdido de Crusafont. Os adjuntamos la nota de prensa que ha preparado el ICP.

Los primeros estudios de primates del Eoceno en la Península Ibérica fueron llevados a cabo durante los años 60 por el Institut de Paleontologia de Sabadell, centro que precedió al actual Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP). En aquella época, el Dr. Miquel Crusafont-Pairó y su equipo descubrieron varios yacimientos como los de Sant Cugat de Gavadons, Las Saleres o Sossís y en estos primeros estudios describieron especies nuevas como Agerinia roselli, Arisella capellae, Pivetonia isabenae o Pseudoliris reguanti. En algunos casos, estas especies fueron descritas a partir de un único fósil; ese es el caso de P. reguanti que Crusafont describió a partir de un molar inferior.

En paleontología, un holotipo es un fósil utilizado o designado como modelo de una determinada especie. El holotipo de P. reguanti era este molar encontrado por Crusafont en Sant Cugat de Gavadons en 1967 y que pasó a formar parte de la colección del Instituto. A lo largo de los años, la validez de esta especie ha sido discutida en varias publicaciones científicas debido a la escasez de material disponible, pero sobretodo porque este diente nunca más pudo ser estudiado al desaparecer de la colección del Instituto. Un préstamo no devuelto es la causa más probable de esta desaparición.


Recientemente, investigadores del ICP han identificado nuevos dientes de Pseudoloris en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea, en Suiza. Raef Minwer-Barakat, Judit Marigó y Salvador Moyà-Solà publican este hallazgo en un artículo en la revista American Journal of Physical Anthropology donde describen de nuevo la especie a partir de estos restos y le asignan un neotipo (el fósil que sirve para caracterizar una especie cuando el fósil original que sirvió para describirla se ha perdido o está dañado). Entre los nuevos restos estudiados hay dos molares, uno de los cuales podría corresponder al que desapareció de la colección del ICP.

Sobre si se trata del mismo diente o no, el investigador principal del estudio, Raef Minwer-Barakat, ha comentado que "sospechamos que se trata del mismo fósil, ya que tiene las mismas dimensiones que el holotipo descrito por Crusafont, pero es imposible asegurarlo ya que Miquel Crusafont sólo describió el diente y no dejó ningún dibujo que nos permita compararlo con el de la colección de Basilea". Durante los años 70, investigadores del Institut de Paleontologia de Sabadell y el Museo de Basilea colaboraron en diversas investigaciones, lo que podría explicar que el fósil original hubiese sido trasladado a Suiza. Desde el año 1999 cualquier nueva especie que se describa en una publicación científica debe ir acompañada de una imagen del holotipo.
Sea o no sea el mismo diente, los investigadores del ICP han designado este molar como neotipo, lo que ha permitido redescribir la especie y que ésta pueda ser comparada con otras especies del mismo género como Pseudoloris parvulus o Pseudoloris crusafonti. Este neotipo seguirá formando parte de la colección del museo suizo.

El género Pseudoloris pertenece a la familia Omomyidae, que comprende algunas de las formas más antiguas del orden de los primates y a la subfamilia Microchoerinae, un grupo que sólo se ha encontrado en Europa durante el Eoceno (hace entre 55 y 33 millones de años), aunque algunos géneros (Pseudoloris entre ellos) los encontramos en la Península Ibérica hasta comienzos del Oligoceno (hace unos 30 millones de años). Allí donde se ha encontrado (España, Francia, Inglaterra y Alemania), los restos suelen ser escasos.

Las diferentes especies de Pseudoloris eran primates pequeños, que pesaban alrededor de unos 40 gramos y se cree que tenían un modo de vida similar a los actuales gálagos: de vida nocturna y con una dieta basada principalmente en insectos. A nivel morfológico Pseudoloris tendría algunos rasgos muy parecidos a los actuales tarsios.

+ info: Minwer-Barakat, R., Marigó, J. and Moyà-Solà, S. (2013), Redescription and designation of a neotype for Pseudoloris reguanti Crusafont-Pairó, 1967, an Eocene primate from the Iberian Peninsula. Am. J. Phys. Anthropol., 151: 245–251. doi: 10.1002/ajpa.22277