La imagen una magnífica reconstrucción de Carolowilhelmina
realizada por Víctor Selles. Os iremos contando próximamente más de este
paleoilustrador. A lo que vamos, Carolowilhelmina es un cráneo fósil de
“pez” placodermo que solo se ha encontrado en el Devónico aragonés. La
próxima exposición permanente del Museo de Ciencias Naturales de la
Universidad de Zaragoza va a exponer piezas únicas en el mundo, una de
ellas es este cráneo. Las circunstancias del descubrimiento de Carolowilhelmina
merece entrar en la historia de la Paleontología aragonesa por la
constancia del paleontólogo Peter Carls en la recuperación de este
fósil. Os contamos un poco la historia.
Hace 400 millones de
años lo que hoy conocemos como Aragón (Norte de España) estaba sumergido
en unos mares repletos de vida situados en el hemisferio sur de la
Tierra. El Devónico es un periodo de tiempo especialmente rico en
fósiles de invertebrados marinos en Aragón. Hay yacimientos conocidos
mundialmente, pero poco espectaculares para el gran público. Los fósiles
que se encuentran son de animales de grupos fósiles como los trilobites
o con representantes actuales como cefalópodos o los corales, pero muy
diferentes morfológicamente. En ese mundo vivió Carolowilhelmina.
Peter
Carls es un investigador alemán que empezó a hacer su tesis doctoral en
la década de los 1960 en paleontología del Paleozoico en el sur de la
provincia de Zaragoza y el norte de Teruel. Se quedó encantado de las
gentes y de los fósiles de la zona por lo que durante 40 años volvió
cada verano, lo que permitió descubrir un montón de especies nuevas.
Llego a ser catedrático en la Universidad de Braunschweig, pero nunca
faltó a su cita anual por las tierras aragonesas. Fue el descubridor de
una de las maravillas del Museo, como es un cráneo de un placodermo
llamado Carolowilhelmina geognostica. Peter no buscaba fósiles de
peces, sino que lo encontró por casualidad. En su investigación
disgregaba roca caliza en busca de microfósiles llamados conodontos.
En
una de las muestras apareció un fragmento enorme de un cráneo. Una vez
preparado se dio cuenta que faltaba una parte importante. Durante 15
años volvió al mismo afloramiento donde había encontrado el primer
resto… y finalmente recuperó el fragmento que faltaba. Fueron necesarios
muchos años de preparación del fósil para disgregar con ácido la roca
que lo rodeaba. Carolowilhelmina es un cráneo prácticamente
completo de un “pez” placodermo que podría llegar a tener unos dos
metros de longitud. Su principal característica es la protuberancia
situada en la parte anterior del cráneo semejante a las que presentan
los peces espadas actuales, aunque solo se trata de una convergencia
evolutiva. Carolowilhelmina pertenece a un grupo totalmente
extinguido que son los placodermos. Se trata de unos “peces” con el
cuerpo cubierto de placas duras que les protegía el cuerpo. Algunos
alcanzaron tamaños gigantescos, siendo los auténticos reyes de los mares
del Devónico.