Acaba de aparecer publicado en la revista Molecular Biology and Evolution un trabajo, encabezado por el investigador sueco Love Dalén, que explora las dinámicas poblacionales de los neandertales a partir del estudio del ADN mitocondrial recuperado en ejemplares de esta especie humana fósil. El análisis se ha centrado en la denominada región de control del cromosoma mitocondrial y ha incluido secuencias ya conocidas de 13 ejemplares más una nueva, obtenida para el trabajo, procedente de un espécimen del yacimiento burgalés de Valdegoba, fechado por radiocarbono en alrededor de 48.500 años. La muestra abarca una amplia región geográfica que se extiende desde Asturias (el yacimiento de El Sidrón) hasta la región central de Siberia (el yacimiento de Okladnikov). Temporalmente, los ejemplares estudiados se encuentran en un lapso comprendido entre hace cerca de 100.000 años de antigüedad y hace alrededor de 35.000 años de antigüedad.
Los resultados del análisis muestran la existencia de un grupo filogenéticamente homogéneo, formado por los especímenes procedentes de Europa occidental y más recientes de 48.000 años, mientras que el resto de los ejemplares, más antiguos o procedentes de yacimientos asiáticos, conforman un grupo más heterogéneo. Interesantemente, estos resultados concuerdan con datos procedentes de algunos estudios paleontológicos previos que coincidían en señalar que los neandertales occidentales más recientes muestran especializaciones anatómicas que no se encuentran ni en los ejemplares occidentales más antiguos, ni en los procedentes de yacimientos asiáticos. Los ejemplares empleados por los paleontólogos no son los mismos que han sido estudiados por los genéticos, lo que refuerza la validez de los resultados.
En opinión de los autores del trabajo recientemente publicado, esta situación puede explicarse admitiendo que los neandertales occidentales sufrieron una fuerte pérdida de diversidad genética hace alrededor de 50.000 años, mientras que las poblaciones orientales mantuvieron la diversidad genética previa, que según sus cálculos sería similar a la que se encuentra actualmente en la humanidad. A su vez, esta plausible pérdida de diversidad genética sería compatible con un episodio de drástica reducción de las poblaciones occidentales hasta su casi completa desaparición, seguido de un episodio de repoblamiento, bien por alguna pequeña población superviviente o bien desde poblaciones orientales, que no habrían sufrido el episodio de fuerte contracción demográfica. Finalmente, los autores relacionan esa posible diezmación de las poblaciones de neandertales del oeste europeo con los rápidos episodios de fuerte enfriamiento acaecidos durante el estadio isotópico 3 (eventos Heinrich 5 y 6) en esta región del continente.
De este modo, cuando los humanos modernos llegaron a Europa occidental se habrían encontrado con unas poblaciones neandertales genética y demográficamente debilitadas, lo que habría favorecido su reemplazamiento.
Referencia:
Love Dalén, Ludovic Orlando, Beth Shapiro, Mikael Brandström Durling, Rolf Quam, M. Thomas P. Gilbert, J. Carlos Díez Fernández-Lomana, Eske Willerslev, Juan Luis Arsuaga, Anders Götherström. (2012). “Partial genetic turnover in neandertals: continuity in the east and population replacement in the west.” Molecular Biology and Evolution (Edición On line)
jueves, marzo 01, 2012
miércoles, febrero 29, 2012
Pulgas gigantes del Jurásico y del Cretácico
Los yacimientos de conservación excepcional del Jurásico Medio y del Cretácico Inferior de China no dejan de darnos sorpresas. En nuestra web solemos hacernos eco de los descubrimientos de dinosaurios y de mamíferos, pero no nos resistimos a contáros los últimos fósiles de insectos publicados en la revista Nature. Se trata de unas gigantescas pulgas, con un tamaño tres y cuatro veces mayores que las pulgas actuales. Da miedo pensar el tamaño de estos bichitos sobre nuestra piel….
Los fósiles de estas pulgas gigantes están maravillosamente conservados como se puede ver en la fotografía. Se han recuperado tanto ejemplares de hembras como de machos. Se caracterizan por tener un abdomen largo y ancho, una cabeza relativamente pequeña, patas largas y una antena pequeña y compacta. Carecían de alas. El aparato de extraer la sangre está bien desarrollado, pero es más pequeño en comparación con las pulgas actuales. Las patas son pequeñas y no estarían adaptadas al salto. El cuerpo de las hembras oscilaban entre 14 y 20,6 milímetros y el de los machos entre 8 y 14,7 milímetros. Para hacernos una idea de la diferencia de tamaño, las actuales entre 0,8 y 5 milímetros, y miden de media 3,5 milímetros.
El estudio ha sido encabezado por André Nel, entomólogo del Museo de Historia Natural de París. Este investigador apunta que las pulgas estarían emparentadas con las “moscas escorpión macho” que se han encontrado en yacimientos del Cretácico Inferior de China. Apunta que la boca sería muy parecida, aunque su función distinta, ya que este tipo de moscas se alimentarían de flores. La boca y los genitales de las “moscas escorpión macho” son similares morfológicas a los de las pulgas gigantes, lo que indican estarían relacionadas. Las pulgas gigantes son moscas escorpiones que evolucionaron para especializarse en la alimentarse de sangre de vertebrados.
Al final del Jurásico, los mamíferos eran de pequeño tamaño, parece por tanto que estas pulgas no se alimentarían de su sangre. Hay que buscar huéspedes de mayor tamaño como podrían ser los dinosaurios emplumados. Estas pulgas gigantes coevolucionarían con los dinosaurios. Si existían más pequeñas que se aprovechaban de los mamíferos, o si estas gigantes evolucionarán a formas más pequeñas son cuestiones de difícil resolución. El hallazgo de estos fósiles es poco frecuente, ya que los restos de ectoparásitos, insectos que viven sobre la piel de sus víctimas son poco abundantes y difíciles de encontrar.
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