Nuestra aragosaurera Gloria Cuenca acaba de liderar un trabajo sobre el
Magdaleniense de la Cueva del Mirón (Cantabria).
Se ha publicado en la prestigiosa revista Quaternary International.
Estudia los mamíferos del final del Pleistoceno (Magdaleniense) y sus
relaciones con las ocupaciones humanas y el clima del norte de España un
poco antes del Holoceno.
La Cueva del Mirón tiene una magnífica
secuencia del Magdaleniense con una abundante fauna de mamíferos. El
estudio de los micromamíferos ha permitido observar que se produjo un
significativo aumento de bosque en Cantabría al final del Cuaternario. De
alguna manera se adelantaron las condiciones climáticas buenas al
periodo conocido “óptimo holoceno” reconocido en otras partes de Europa
algo más tarde. Esta claro, que Cantabria fue un buen lugar para vivir
desde hace miles de años
Otra de las aportaciones del trabajo es
que las ricas asociaciones de micromamíferos del Magdaleniense fueron
afectadas por el cambio climático comentado anteriormente, con un
aumento significativo de las especies de bosque, lo que demuestra una
vez más la potente herramienta paleoclimática que representa el estudio
cuantitátivo por niveles de estos fósiles. El estudio de los
macrovertebrados desarrollado por otra de las firmantes del trabajo
(Marín-Arroyo) indica que los hombres magdalenienses de Cantabría no
cambiaron sus estrategias de caza con el cambio climático del final del
Pleistoceno. Continuaron con el mismo tipo de presas, a pesar del
aumento del bosque, esto indica que la caza estaba de algún modo
programada y no era al azar dependiendo de las disponibilidades.
Gloria Cuenca participa desde 2001 en el equipo de investigación de la Cueva del Mirón y ya publicado algunos trabajos que se
pueden descargar en pdf.
La cueva del Mirón está situada en las proximidades de Ramales de la
Victoria en el valle del Río Asón, en Cantabria. La foto es la entrada a
la cueva donde está el yacimiento. Es una cavidad cuya boca tiene unos
20 metros de altura, y un desarrollo de unos 130m. Forma parte del
sistema cárstico del Monte Pando, con las conocidas cuevas de La
Cullalvera, La Luz, El Horno, La Haza, y Covalanas, éstas dos últimas
famosas por sus pinturas rupestres de “perfilados con puntos rojos”.
La
entrada está orientada a poniente, y durante el último máximo glacial,
hace unos 17.000 años, al inicio del Magdaleniense, estaba a unos 27 Km.
de la paleo-costa. Su posición, orientación y amplitud han atraído a
los seres humanos, que han ido ocupándola al menos desde el Musteriense
(41.000 años antes del presente) hasta nuestros días.
La cueva fue
descubierta a comienzos del siglo XX, aunque la excavación sistemática
comenzó en 1996. Desde entonces, un equipo de unas 15-25 personas
excava, durante los dos meses de la campaña de campo, en cuatro zonas
distintas de la Cueva del Mirón: la Cabaña (Cabin), la Trinchera, el
Corral del gran vestíbulo soleado del Mirón y la Rampa, una pendiente
erosional que sube hacia la parte interior y oscura de la cueva.
La referencia completa es:
Cuenca-Bescos,
G., Marín-Arroyo, A.B., et al. 2012. Relationship between Magdalenian
subsistence and environmental change: The mammalian evidence rom El
Mirón (Spain). Quaternary International.
Os adjuntamos el resumen original del trabajo
During
the Magdalenian, roughly 20–13 ka cal BP, intensive human occupation of
the El Mirón cave coincided with Oldest Dryas and the climate
amelioration of Bölling-Allerod (Pleniglacial GS-2a; interstadials
GI-1e, 1d, 1c, 1b, 1a). The evolution of small mammal assemblages
throughout the stratigraphic sequence displays a pattern similar to
those of pollen, geological, and other studies elsewhere in the
Cantabrian region. During the Magdalenian there was a climatic recovery,
indicated by the first record in the stratigraphic sequence of small
mammals living in forested habitats, such as dormice. At the end of the
Magdalenian, there was an important diminishment of species of small
mammal, especially those living in meadow habitats, at the beginning of
the Younger Dryas cold period. Surprisingly, the small mammals living in
forest habitats maintained or even further increased in numbers.
Tardiglacial
use of El Mirón cave coincided with several climate oscillations whose
impact on hunting decisions is still debated. This environmental
variability during the Late Glacial has been indicated by different
proxy records (palynological, geological, etc.) throughout the
Cantabrian Region. However, the exact timing and intensity of these
changes is unclear due to the lack of continuous, rich archaeological
sequences with many radiometric determinations. El Mirón Cave sequence
fills this gap in the record, and this paper presents a detailed
reconstruction of the development of biotopes around the site based on
its micromammal assemblages. It shows an interesting trend of increasing
forest-related species (notably dormice) during the
Pleistocene–Holocene transition that was preceded by a significant peak
of wooded biotopes towards the end of the Pleniglacial, during Heinrich
event 1. This pattern can be correlated with the strategy of subsistence
that was developed as shown by the macromammalian faunas in the search
for any relationship that can shed light on the type of economy adopted
by Magdalenian populations in terms of their reaction to resource
availability.