Durante los meses de Mayo, Junio y Julio nuestro miembro del equipo
Eduardo Puértolas ha estado realizando una estancia de Investigación en
Iowa City (Estados Unidos) con el objetivo de estudiar los principales
crocodilomorfos de Norteamérica. A continuación os adjuntamos un breve
relato de su experiencia: Tras obtener una beca para realizar una
estancia breve (FPU) en EE.UU., y no sin pocos problemas burocráticos
para conseguir un visado, a principios de Mayo pude marchar a las
Américas. Mi estancia ha sido supervisada por el Dr. Christopher Brochu
de la Universidad de Iowa, al cual he de agradecer toda la ayuda y
hospitalidad prestada durante estos tres meses.
Tras una semana
de aclimatación en Iowa City realicé mi primer viaje al Field Museum of
Natural History (Chicago), situado a tan solo 4 horas de coche de Iowa
City. Tras algunas dificultades y anécdotas, como tener que ser
“rescatado” por la policía tras terminar en el barrio más peligroso de
Chicago en busca de un hostel que resultó que no existía (riesgos de
reservar alojamiento barato por internet), por fin pude comenzar el
trabajo en el museo. Lo primero que destaca de este museo es su tamaño,
su belleza y su localización, situado a las orillas del Lago Míchigan
desde donde se pueden contemplar unas magníficas vistas de los
rascacielos de Chicago. Por dentro el museo tampoco desmerece, y con lo
primero que te encuentras al entrar es con el enorme esqueleto de Sue,
probablemente el T. rex más famoso que existe. Como resultado de
esta visita pude estudiar de primera mano varios crocodilomorfos
actuales, incluidos los holotipos de Crocodylus novaeguineae y C.
mindorensis, así como gran cantidad de taxones fósiles como Alligator prenasalis, Borealosuchus riggsi o Ceratosuchus entre otros muchos.
Mi
siguiente parada fue el congreso del Crocodile Specialist Group en Lake
Charles (Lousiana). Aaunque no era un congreso específico sobre
paleontología, me permitió hacer contactos y aprender bastantes cosas
sobre biología, ecología y sistemática de los crocodilomorfos actuales.
Además fue una estupenda oportunidad para visitar los pantanos de
Lousiana y poder contemplar aligátores a escasos metros y en su medio
natural.
Durante parte de Junio y Julio realicé mi siguiente,
último y más largo viaje con el objetivo de visitar las colecciones
paleontológicas y herpetológicas de los principales museos de la costa
este de los Estados Unidos. La primera parada del viaje fue en el
American Museum of Natural History de Nueva York, uno de los museos de
ciencias naturales más importantes del mundo y el más impresionante en
el que yo haya podido estar. La cantidad de taxones dentro de los
almacenes compactos de este museo es abrumadora, y cada cajón que abres
esconde una sorpresa. Durante dos semanas de trabajo intensivo pude
revisar gran parte de los crocodilomorfos que existen en la actualidad y
en torno a unos 20 taxones fósiles de entre los cuales destacan los
holotipos de Necrosuchus ionensis, Borealosuchus wilsoni, Brachychampsa montana, Allognathosuchus mooki, Prodiplocynodon langi o Asiatosuchus grangeri.
El
siguiente viaje fue a la Universidad de Stony Brook, una pequeña ciudad
situada en Long Island (Nueva York). Tras perder la mitad de mi día de
visita entre los diferentes trenes y transbordos necesarios para llegar a
Stony Brook (un viaje de 2 horas que se convirtió en un infierno de 5
horas) por fin llegué a la universidad donde me atendió amablemente el
Dr. Alan Turner, especialista en crocodilomorfos y dinosaurios
terópodos. En mi breve visita pude contemplar de primera mano varios
ejemplares del Cretácico de Madagascar, entre los cuales se encuentran
algunos de los crocodilomorfos más raros que hayan pisado la Tierra,
como el holotipo del pequeño “cocodrilo” herbívoro de morro achatado
Simosuchus, además de otros taxones norteamericanos como el holotipo de
Protosuchus richardsoni, uno de los crocodilomorfos más basales que
existen.
La ruta continuó hasta la Universidad de Yale (New
Haven, Connecticut) donde se encuentra el Yale Peabody Museum of Natural
History. New Haven es una bonita ciudad que parece entramarse alrededor
y dentro de la Universidad de Yale, una de las universidades más
reconocidas y antiguas de Estados Unidos. El museo es relativamente
pequeño, pero su interior alberga una importante colección de
paleontología. Dentro de los crocodylomorfos destacan varios holotipos
como Pristichampsus vorax, el crocodiloideo basal “Crocodylus” affinis, o gavialoideos como Thoracosaurus o Gavialis lewisi.
La
última parada de este viaje, y no menos intensa, fue en el National
Museum of Natural History (Smithsonian) localizado en la capital de
EE.UU., Washington DC. Situados en pleno centro de la capital, entre el
capitolio y el monumento a Washington, se encuentran los diferentes
museos del Smithsonian (todos gratuitos, por cierto), entre los que
destaca el National Museum of Natural History. Dentro de este museo pude
estudiar el resto de crocodilomorfos actuales que me quedaban por ver
así como muchas formas extintas entre las que destacan el holotipo de Borealosuchus sternbergii, varios ejemplares de C. affinis (uno de ellos completo), multitud de cráneos de Allognathosuchus polyodon (entre ellos el holotipo), así como varios gavialoideos como Gavialosuchus americanus o Eosuchus minor.
En
resumen ha sido una estancia de lo más productiva, donde he podido
estudiar de primera mano todas las especies de crocodilomorfos que
existen en la actualidad así como la mayoría de crocodilianos extintos
de Norteamérica (pricipalmente del Cretácico y del Terciario). En total
han pasado por mis manos en torno a 70 taxones diferentes representados
por más de 250 especímenes que servirán para establecer comparaciones
con los taxones europeos objetivo de mi tesis.