Nuestros aragosaureros Gloria Cuenca y Juan Rofes acaban de participar
en un estudio sobre la extraordinario acumulación de vertebrados fósiles
de La Cova des Pas de Vallgornera. Se trata de un yacimiento que es una
auténtica capsula del tiempo, en la quedaron atrapados algunos
vertebrados como resultado de un colapso. Durante cientos de miles años
se han mantenido sin alterar esta ventana a los vertebrados mallorquines
del Pleistoceno Inferior.
La Cova des Pas de Vallgornera (CPV) es una
cueva enorme que se encontró durante unas obras de construcción de un
reservorio subterráneo en la isla de Mallorca. Hay que apuntar que la
geología de Baleares favorece la existencia de cuevas pues en su mayoría
se trata de rocas carbonatadas, calizas del Jurásico y calizas
arrecifales del Mioceno.
La CPV es un laberinto de galerías y
cámaras subterráneas. Los huesos fósiles se encuentran en la Galería del
Tragus, a unas cuatro horas andando desde la entrada actual. La galería
termina en una sala con un gran colapso de bloques que selló la entrada
original por la cual entrarían los mamíferos que quedarían atrapados o
se perdieron y murieron en el interior de la Galería del Tragus. Marcas
de un nivel de inundación indican que la cueva quedaría parcialmente
inundada.
Los fósiles pertenecen a vertebrados extintos en las Baleares durante el Holoceno como los mamíferos Myotragus, la cabra balear, Hypnomys
el lirón gigante y Nesiotites la musaraña de dientes rojos balear. Es
interesante también la asociación de aves fósiles, con una riqueza
específica extraordinaria (27 taxones) que incluye endemismos como Athene vallgornerensis, el mochuelo de Vallgornera, Tyto baleárica, la gran lechuza balear, Aegypius cf. monachus, un pariente todavía por describir del buitre negro y Pica mourerae, la picaraza balear, entre otras. Otros vertebrados fósiles viven hoy en Mallorca, como la lagartija balear, Podarcis aff. lilfordi, el murciélago de herradura, Rhinolophus aff. mehelyi y el común, Pipistrellus sp.
Tanto
la asociación faunística como las características morfométricas de
algunos de los mamíferos de CPV se parece a la del yacimiento de Pedrera
de s’Ònix, del Pleistoceno temprano.
martes, mayo 20, 2014
domingo, mayo 18, 2014
El saurópodo más grande
Este fin de semana ha salido en la prensa el descubrimiento de los fósiles de un enorme saurópodo en Chubut (Patagonia). Posiblemente se trata el más grande descubierto hasta el momento, y es el más completo entre los saurópodos gigantescos. Uno de nuestros aragosaureros (J.I. Canudo) ha participado en la campaña de excavación, como se puede ver en la fotografía de nuestro colega Alejandro Otero. Os adjuntamos la nota de prensa del Museo Egidio Feruglio.
Un equipo de científicos liderado por investigadores del MEF halló restos de una nueva especie de dinosaurio de hace 95 millones de años; posiblemente la más grande que haya vivido en nuestro planeta. Este excepcional descubrimiento no sólo destaca por las dimensiones y cantidad de fósiles, sino también por su inusual estado de preservación.
Nada menos que siete ejemplares de colosales dinosaurios herbívoros, quizás las mayores criaturas que anduvieron sobre la Tierra, fueron encontrados en un único yacimiento en la Provincia del Chubut (Argentina). El hallazgo sorprendió a los científicos que, hasta ahora, sólo conocían la anatomía de los gigantescos saurópodos en base a restos fragmentarios de otras especies.
Estos animales vivieron a finales de la era Mesozoica cuando los dinosaurios dominaron los ecosistemas terrestres. Un grupo en particular desarrolló formas verdaderamente gigantes: los dinosaurios saurópodos, caracterizados por su andar cuadrúpedo, con cuello y cola muy largos y un cráneo pequeño. Según los investigadores, los restos pertenecen a un grupo particular de dinosaurio saurópodo, denominado titanosaurios, que incluye animales extremadamente grandes como el Puertasaurus, hallado en Santa Cruz, y el Argentinosaurus de Neuquén.
Los primeros análisis sugieren que la nueva especie descubierta habría alcanzado los 40 metros de longitud y las 80 toneladas de peso. “Es como dos camiones con acoplado, uno detrás de otro, y el peso equivalente a más de 14 elefantes africanos juntos”, dice José Luis Carballido, especialista en dinosaurios del MEF y a cargo del estudio de estos ejemplares. Tales dimensiones ponen el foco sobre hasta qué punto pudieron haber crecido estos animales. “Es un verdadero tesoro paleontológico”, agrega. “Había muchos restos y estaban prácticamente intactos, algo que no pasa con frecuencia. De hecho, los restos de titanosaurios gigantes conocidos hasta ahora son escasos y fragmentarios”. El nuevo yacimiento produjo más de 200 fósiles. Allí, los investigadores encontraron parte del cuello y gran parte del dorso, la mayoría de las vértebras de la cola y miembros anteriores y posteriores, entre otros huesos. Además, entre los restos había más de 60 dientes de dinosaurios carnívoros de gran tamaño.
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