Los yacimientos en estudio son La Sima de los Huesos de Atapuerca, la Cueva de la Zarzamora en Segovia y la Cueva del Camino, en Madrid, tienen evidencias de actividad de carnívoro en los huesos acumulados, para ello la futura doctora ha hecho experimentos actualistas en carnívoros.
sábado, junio 23, 2012
Tesis sobre la Tafonomía de Atapuerca
Nuestra colega, del equipo investigador de Atapuerca, Mª TERESA NOHEMI SALA BURGOS leerá su tesis doctoral sobre la: TAFONOMÍA DE YACIMIENTOS KÁRSTICOS DE CARNÍVOROS EN EL PLEISTOCENO el Miércoles 27 de junio a las 10:00h en el salón de grados de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM.
Los yacimientos en estudio son La Sima de los Huesos de Atapuerca, la Cueva de la Zarzamora en Segovia y la Cueva del Camino, en Madrid, tienen evidencias de actividad de carnívoro en los huesos acumulados, para ello la futura doctora ha hecho experimentos actualistas en carnívoros.
Suerte Nohemi
Los yacimientos en estudio son La Sima de los Huesos de Atapuerca, la Cueva de la Zarzamora en Segovia y la Cueva del Camino, en Madrid, tienen evidencias de actividad de carnívoro en los huesos acumulados, para ello la futura doctora ha hecho experimentos actualistas en carnívoros.
viernes, junio 22, 2012
Se acaba de publicar el libro: Bernissart Dinosaurs and Early Cretaceous Terrestrial Ecosystems
Indiana University Press acaba de publicar el libro Bernissart Dinosaurs and Early Cretaceous Terrestrial Ecosystems.
El editor del volumen es Pascal Godefroit, paleontólogo del Instituto
real de Ciencias Naturales de Bélgica en Bruselas. El volumen reúne una
treintena de capítulos, que documentan las más recientes investigaciones
sobre los descubrimientos realizados en las minas de carbón de
Bernissart (famosas por haber proporcionado numerosos esqueletos
completos de Iguanodon a finales del siglo XIX), la evolución de los
dinosaurios ornitópodos, los ecosistemas terrestres del Cretácico
inferior y otras faunas de vertebrados de edad más reciente que
Bernissart. Muchas de estas contribuciones se presentaron en forma de
comunicación oral o de panel durante un congreso celebrado en Bruselas
en febrero de 2009.
Los capítulos 22 y 23 del libro ofrecen información sobre las faunas ibéricas. El primero, firmado por Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País Vasco/EHU), José Ignacio Ruiz-Omeñaca (Museo del Jurásico de Asturias), José Ignacio Canudo (Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza), Fidel Torcida (Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense y Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes) y José Luis Sanz (Universidad Autónoma de Madrid), es una revisión de las faunas de dinosaurios del Cretácico inferior (Valanginiense-Albiense) de España. El segundo, que trata de los mamíferos multituberculados del Cretácico inferior de la Península Ibérica, es obra de Ainara Badiola (Universidad del País Vasco/EHU), José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca-Bescós (Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza).
El registro fósil de restos esqueléticos (huesos y dientes) de dinosaurios del Valanginiense-Albiense de España ofrece interesante información sobre la diversidad y la evolución de sus faunas durante el Cretácico inferior. Entre los yacimientos españoles, cabe destacar por su riqueza el Konservat-Lagerstätten de Las Hoyas (Cuenca) y varias localidades situadas en las provincias de Burgos y Teruel. Las formaciones geológicas de edad Valanginiense-Albiense han proporcionado fósiles pertenecientes al menos a 30 especies diferentes de dinosaurios. Los ornitópodos y especialmente los terópodos son los clados más diversificados, seguidos por los saurópodos y, en menor medida, los tireóforos. Todos los terópodos identificados pertenecen al grupo de los tetanuros: espinosaurios, alosauroideos, ornitomimosaurios y varios tipos de manirraptores, incluyendo dromeosaurios y aves enantiornitas. Entre los saurópodos, los macronarios (que consisten en formas basales, como braquiosaurios y ehuelopódidos, y posibles titanosaurios) son predominantes, pero los diplodocoideos también están representados. Los ornitópodos, que son los dinosaurios más abundantes en número de fósiles, incluyen a Iguanodon y formas estrechamente emparentadas, driosáuridos y euornitópodos basales de tipo hipsilofodóntido. Por último, los tireóforos reúnen a anquilosaurios y estegosaurios.
El registro fósil del Cretácico inferior de Burgos, Cuenca, Lleida y Teruel ha permitido definir hasta la fecha diez nuevos taxones de dinosaurios: 6 son terópodos, incluyendo el carcarodontosaurio Concavenator corcovatus, el ornitomimosaurio Pelecanimimus polyodon (único registro de este clado en Europa) y las aves Iberomesornis romerali, Concornis lacustris, Eoalulavis hoyasi y Noguerornis gonzalezi (se trata de la asociación aviana más diversa del Cretácico inferior descubierta fuera de Asia); 3 saurópodos, los macronarios Aragosaurus ischiaticus y Tastavinsaurus sanzi y el rebaquisaurio Demandasaurus darwini; y, finalmente, un ornitópodo, el iguanodontio Delapparentia turolensis. Cinco de estos nuevos taxones han sido descritos a partir de material hallado en Cuenca, tres en Teruel, y uno en Burgos y en Lleida. A los taxones ya descritos hay que añadir otros dos en curso de publicación: un ornitópodo de Teruel y un saurópodo de Burgos. El registro dinosauriano del Hauteriviense superior-Aptiense de España es el más rico de Europa continental y uno de los más ricos del mundo. Únicamente el registro inglés de la misma edad ha proporcionado una mayor diversidad en taxones de dinosaurios. La mayoría de los descubrimientos se han realizado en los últimos 25 años, lo que indica que los yacimientos españoles tienen un gran potencial. Es previsible que en años venideros se produzcan nuevos e interesantes hallazgos.
Referencia:
Bernissart Dinosaurs and Early Cretaceous Terrestrial Ecosystems
Indiana University Press
Editor: Pascal Godefroit
Serie: Life of the Past
648 pp.
ISBN: 978-0-253-35721-2
Los capítulos 22 y 23 del libro ofrecen información sobre las faunas ibéricas. El primero, firmado por Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País Vasco/EHU), José Ignacio Ruiz-Omeñaca (Museo del Jurásico de Asturias), José Ignacio Canudo (Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza), Fidel Torcida (Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense y Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes) y José Luis Sanz (Universidad Autónoma de Madrid), es una revisión de las faunas de dinosaurios del Cretácico inferior (Valanginiense-Albiense) de España. El segundo, que trata de los mamíferos multituberculados del Cretácico inferior de la Península Ibérica, es obra de Ainara Badiola (Universidad del País Vasco/EHU), José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca-Bescós (Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza).
El registro fósil de restos esqueléticos (huesos y dientes) de dinosaurios del Valanginiense-Albiense de España ofrece interesante información sobre la diversidad y la evolución de sus faunas durante el Cretácico inferior. Entre los yacimientos españoles, cabe destacar por su riqueza el Konservat-Lagerstätten de Las Hoyas (Cuenca) y varias localidades situadas en las provincias de Burgos y Teruel. Las formaciones geológicas de edad Valanginiense-Albiense han proporcionado fósiles pertenecientes al menos a 30 especies diferentes de dinosaurios. Los ornitópodos y especialmente los terópodos son los clados más diversificados, seguidos por los saurópodos y, en menor medida, los tireóforos. Todos los terópodos identificados pertenecen al grupo de los tetanuros: espinosaurios, alosauroideos, ornitomimosaurios y varios tipos de manirraptores, incluyendo dromeosaurios y aves enantiornitas. Entre los saurópodos, los macronarios (que consisten en formas basales, como braquiosaurios y ehuelopódidos, y posibles titanosaurios) son predominantes, pero los diplodocoideos también están representados. Los ornitópodos, que son los dinosaurios más abundantes en número de fósiles, incluyen a Iguanodon y formas estrechamente emparentadas, driosáuridos y euornitópodos basales de tipo hipsilofodóntido. Por último, los tireóforos reúnen a anquilosaurios y estegosaurios.
El registro fósil del Cretácico inferior de Burgos, Cuenca, Lleida y Teruel ha permitido definir hasta la fecha diez nuevos taxones de dinosaurios: 6 son terópodos, incluyendo el carcarodontosaurio Concavenator corcovatus, el ornitomimosaurio Pelecanimimus polyodon (único registro de este clado en Europa) y las aves Iberomesornis romerali, Concornis lacustris, Eoalulavis hoyasi y Noguerornis gonzalezi (se trata de la asociación aviana más diversa del Cretácico inferior descubierta fuera de Asia); 3 saurópodos, los macronarios Aragosaurus ischiaticus y Tastavinsaurus sanzi y el rebaquisaurio Demandasaurus darwini; y, finalmente, un ornitópodo, el iguanodontio Delapparentia turolensis. Cinco de estos nuevos taxones han sido descritos a partir de material hallado en Cuenca, tres en Teruel, y uno en Burgos y en Lleida. A los taxones ya descritos hay que añadir otros dos en curso de publicación: un ornitópodo de Teruel y un saurópodo de Burgos. El registro dinosauriano del Hauteriviense superior-Aptiense de España es el más rico de Europa continental y uno de los más ricos del mundo. Únicamente el registro inglés de la misma edad ha proporcionado una mayor diversidad en taxones de dinosaurios. La mayoría de los descubrimientos se han realizado en los últimos 25 años, lo que indica que los yacimientos españoles tienen un gran potencial. Es previsible que en años venideros se produzcan nuevos e interesantes hallazgos.
Referencia:
Bernissart Dinosaurs and Early Cretaceous Terrestrial Ecosystems
Indiana University Press
Editor: Pascal Godefroit
Serie: Life of the Past
648 pp.
ISBN: 978-0-253-35721-2
miércoles, junio 20, 2012
Exploradores. La historia del yacimiento de Atapuerca
Leandro Sequeiros, paleontólogo
y buen amigo de Aragosaurus, nos acaba de mandar una reseña del último
libro de José María Bermúdez de Castro. Titulado Exploradores. La
historia del yacimiento de Atapuerca. Publicado en Debate, (colección
Ciencia), Barcelona, 2012, 267 páginas. ISBN: 978-84-9992-5.
En Burgos se encuentra el colosal Museo de la Evolución Humana. Consta de tres módulos diferentes: el centro de investigación, el museo propiamente dicho y el palacio de Congresos. El doctor José María Bermúdez de Castro es el Director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) es, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca desde sus inicios, y un gran científico, un gran divulgador y conversador y, sobre todo, un hombre de mente abierta y dialogante. Es también autor de muchos trabajos de investigación sobre orígenes humanos en revistas internacionales es autor de ensayos de alta divulgación dirigidos a un público de cultura media.
El área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza lleva muchos años ligada a los proyectos del Equipo de Atapuerca. Y desde Zaragoza se han investigado algunos aspectos muy importantes para desentrañar el misterio de las raíces de la humanidad. El volumen que ahora presentamos narra de una forma amena y profunda, pero exenta de tecnicismos, la gran aventura del estudio interdisciplinar el yacimiento paleontológico de la Sierra de Atapuerca. Y también la aventura intelectual, no exenta de zancadillas, envidias e intereses encontrados, de la construcción social del conocimiento humano.
La narración se inicia el 8 de julio de 1994 con la aparición de dientes humanos fósiles en el nivel TD6 datados en 800.000 años…Este descubrimiento sensacional para la ciencia, un desafío para la ciencia oficial del momento, lleva al autor a recordar a los lectores las figuras de Trino de Torres, Emiliano Aguirre y el Grupo Espeleológico Edelweiss de Burgos. Ellos son los precursores del estudio de Atapuerca, uno de los lugares de ocupación humana más antiguos de Eurasia.
El título del libro, Exploradores, remite a una triple experiencia que se entrelaza a lo largo de las páginas. En un sentido coloquial, la palabra “explorador” (hoy familiar en inglés por sus referencias a la informática y a los viajes espaciales) se suele aplicar a las personas que penetran en territorios desconocidos, traspasan fronteras y bucean con valentía en mares ignotos del saber humano. En el ensayo de Bermúdez de Castro, el título es muy apropiado. Y la exploración se realiza de forma paralela en dos sentidos diferentes: la inmediata, es la exploración que realizan desde hace muchos años los paleontólogos, prehistoriadores, geólogos, arqueólogos y biólogos en la Sierra de Atapuerca. Es un viaje de exploración que se inicia en el tiempo actual y que va ahondando hacia el pasado según se van desmontando las capas de sedimento que cubren las simas de la Sierra. Cada año, los exploradores van desentrañando nuevos secretos del pasado humano en Eurasia. ¿Cuándo sabremos la época en que los primeros Homo africanos llegaron hasta Iberia?
Y este es el segundo viaje de exploración. La humanidad parece que abandonó África en oleadas sucesivas hace más de un millón de años. ¿Qué sabemos de ese misterioso viaje de exploración de esos homínidos primitivos, que podría ser que huyeran de la sequía, las glaciaciones, el hambre y, tal vez, la curiosidad por explorar territorios desconocidos? Este es un viaje de exploración que se realiza en sentido inverso: desde el pasado hacia la actualidad.
Y en la coincidencia de ambos viajes de exploración, la de los científicos hacia atrás en el tiempo, y los homínidos, hacia el futuro en el tiempo, encontramos –según el autor – una tercera dimensión de la palabra “exploradores”: el viaje hacia el interior de nosotros mismos, hacia la pregunta radical no respondida hasta ahora de quiénes somos los seres humanos, cómo hemos llegado a ser lo que somos, qué responsabilidad moral tenemos ante la naturaleza debido a nuestra gran capacidad depredadora, el sentido más profundo de la pregunta sobre cuál es el sentido del universo, de la vida y de nosotros mismos. Y la ciencia salta – cuando salta – hacia las preguntas radicales de la existencia humana.
Una bibliografía actualizada y culta completa este ensayo que pretende acercar al público culto y a los universitarios el estado actual de los saberes científicos sobre el ser humano, la gran aventura de exploración de los yacimientos de Burgos y, algo que nos parece muy interesante, llevar al lector la experiencia de la complejidad de la aventura del saber sobre el ser humano, el método científico y las implicaciones políticas, sociales y religiosas de la búsqueda del saber.
En Burgos se encuentra el colosal Museo de la Evolución Humana. Consta de tres módulos diferentes: el centro de investigación, el museo propiamente dicho y el palacio de Congresos. El doctor José María Bermúdez de Castro es el Director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) es, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca desde sus inicios, y un gran científico, un gran divulgador y conversador y, sobre todo, un hombre de mente abierta y dialogante. Es también autor de muchos trabajos de investigación sobre orígenes humanos en revistas internacionales es autor de ensayos de alta divulgación dirigidos a un público de cultura media.
El área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza lleva muchos años ligada a los proyectos del Equipo de Atapuerca. Y desde Zaragoza se han investigado algunos aspectos muy importantes para desentrañar el misterio de las raíces de la humanidad. El volumen que ahora presentamos narra de una forma amena y profunda, pero exenta de tecnicismos, la gran aventura del estudio interdisciplinar el yacimiento paleontológico de la Sierra de Atapuerca. Y también la aventura intelectual, no exenta de zancadillas, envidias e intereses encontrados, de la construcción social del conocimiento humano.
La narración se inicia el 8 de julio de 1994 con la aparición de dientes humanos fósiles en el nivel TD6 datados en 800.000 años…Este descubrimiento sensacional para la ciencia, un desafío para la ciencia oficial del momento, lleva al autor a recordar a los lectores las figuras de Trino de Torres, Emiliano Aguirre y el Grupo Espeleológico Edelweiss de Burgos. Ellos son los precursores del estudio de Atapuerca, uno de los lugares de ocupación humana más antiguos de Eurasia.
El título del libro, Exploradores, remite a una triple experiencia que se entrelaza a lo largo de las páginas. En un sentido coloquial, la palabra “explorador” (hoy familiar en inglés por sus referencias a la informática y a los viajes espaciales) se suele aplicar a las personas que penetran en territorios desconocidos, traspasan fronteras y bucean con valentía en mares ignotos del saber humano. En el ensayo de Bermúdez de Castro, el título es muy apropiado. Y la exploración se realiza de forma paralela en dos sentidos diferentes: la inmediata, es la exploración que realizan desde hace muchos años los paleontólogos, prehistoriadores, geólogos, arqueólogos y biólogos en la Sierra de Atapuerca. Es un viaje de exploración que se inicia en el tiempo actual y que va ahondando hacia el pasado según se van desmontando las capas de sedimento que cubren las simas de la Sierra. Cada año, los exploradores van desentrañando nuevos secretos del pasado humano en Eurasia. ¿Cuándo sabremos la época en que los primeros Homo africanos llegaron hasta Iberia?
Y este es el segundo viaje de exploración. La humanidad parece que abandonó África en oleadas sucesivas hace más de un millón de años. ¿Qué sabemos de ese misterioso viaje de exploración de esos homínidos primitivos, que podría ser que huyeran de la sequía, las glaciaciones, el hambre y, tal vez, la curiosidad por explorar territorios desconocidos? Este es un viaje de exploración que se realiza en sentido inverso: desde el pasado hacia la actualidad.
Y en la coincidencia de ambos viajes de exploración, la de los científicos hacia atrás en el tiempo, y los homínidos, hacia el futuro en el tiempo, encontramos –según el autor – una tercera dimensión de la palabra “exploradores”: el viaje hacia el interior de nosotros mismos, hacia la pregunta radical no respondida hasta ahora de quiénes somos los seres humanos, cómo hemos llegado a ser lo que somos, qué responsabilidad moral tenemos ante la naturaleza debido a nuestra gran capacidad depredadora, el sentido más profundo de la pregunta sobre cuál es el sentido del universo, de la vida y de nosotros mismos. Y la ciencia salta – cuando salta – hacia las preguntas radicales de la existencia humana.
Una bibliografía actualizada y culta completa este ensayo que pretende acercar al público culto y a los universitarios el estado actual de los saberes científicos sobre el ser humano, la gran aventura de exploración de los yacimientos de Burgos y, algo que nos parece muy interesante, llevar al lector la experiencia de la complejidad de la aventura del saber sobre el ser humano, el método científico y las implicaciones políticas, sociales y religiosas de la búsqueda del saber.
domingo, junio 17, 2012
Un estudio sobre musarañas fósiles indica que Mallorca y Menorca estaban unidas hace unos 2 millones de años
El estudio de más de 4.000 restos fósiles de musarañas Nesiotites
de las Islas Baleares indica que estos pequeños mamíferos colonizaron
primero Mallorca, desde donde habrían llegado a Menorca durante el
período glacial de hace unos 2 millones de años. Estas musarañas se
extinguieron con la llegada del hombre a las islas.
Investigadores del ICP han medido y analizado hasta 4321 restos fósiles de musaraña del género Nesiotites de dos yacimientos de Mallorca (Cantera de s'Ónix y Canet) y uno de Menorca (Barranc de Binigaus). La comparación del tamaño y la forma entre el registro fósil de las dos islas, que incluye diferentes especies, muestra que los rasgos morfológicos de la especie Nesiotites meloussae de Menorca no son suficientes como para pensar que se trata de una especie diferente de los restos encontrados en Mallorca en yacimientos de una antigüedad equivalente. Esto confirmaría la hipótesis de que Nesiotites meloussae emigró a Menorca desde Mallorca, seguramente durante el período glacial de hace unos 2 millones de años, cuando las dos islas habrían estado conectadas. El estudio lo publica esta semana la edición online de la revista Comptes Rendus Palevol.
El origen de N. meloussae, la especie encontrada en Menorca, ha sido cuestionado por diferentes investigadores. El paleontólogo holandés J.F.W. Reumer postulaba que ésta no era una especie diferente de las encontradas en Mallorca, donde él mismo identificó restos de una tercera especie evolutivamente a medio camino entre las dos especies conocidas hasta entonces N. hidalgo y N. ponsi. Si esta hipótesis es correcta, esto implicaría que las musarañas Nesiotites no evolucionaron independientemente en las dos islas durante los últimos 5 millones de años, como han defendido otros trabajos, sino que esta musaraña habría habitado primero Mallorca, y más tarde habría colonizado Menorca . De hecho, el paleontólogo mallorquín Pere Bover y sus colaboradores postulan que no sólo esta especie sino toda la fauna de mamíferos endémicos de Menorca habría sido reemplazada por la fauna mallorquina hace unos 2 millones de años, aprovechando un período glacial cercano a la transición entre el Plioceno y el Pleistoceno. Desde entonces las faunas quedaron inalteradas hasta su extinción con la llegada del hombre, hace unos 5.000 años. Los resultados del trabajo que acaba de publicar, dan fuerza a esta hipótesis.
El género Nesiotites incluye un conjunto de musarañas fósiles endémico de islas mediterráneas sin representación actual. Se han encontrado restos en Mallorca, Menorca, Córcega y Cerdeña. El género fue descrito por la investigadora Dorothea M. A. Bate en 1944, a partir de diferentes especies de estas islas. La misma Bate describió dos especies diferentes: N. hidalgo descrita a partir de restos fósiles de Mallorca y N. corsicanus a partir de restos encontrados en Córcega. Hasta hace poco se conocían otras 3 especies: N. similis de Cerdeña descrita por Hensel, N. ponsi la especie mallorquina descrita por Reumer y N. meloussae de Menorca descrita por Joan Pons y Salvador Moyà. Recientemente el investigador Juan Rofes y colaboradores han publicado la descripción de una sexta especie, N. rafelinensis, también de Mallorca.
+ info Pons-Monjo, G., Moyà-Solà, S. & Furió, M. (Published online 2012). New data on the origin of Nesiotites (Soricidae, Mammalia) in Menorca (Balearic Islands, Spain). Comptes Rendus Palevol.
Investigadores del ICP han medido y analizado hasta 4321 restos fósiles de musaraña del género Nesiotites de dos yacimientos de Mallorca (Cantera de s'Ónix y Canet) y uno de Menorca (Barranc de Binigaus). La comparación del tamaño y la forma entre el registro fósil de las dos islas, que incluye diferentes especies, muestra que los rasgos morfológicos de la especie Nesiotites meloussae de Menorca no son suficientes como para pensar que se trata de una especie diferente de los restos encontrados en Mallorca en yacimientos de una antigüedad equivalente. Esto confirmaría la hipótesis de que Nesiotites meloussae emigró a Menorca desde Mallorca, seguramente durante el período glacial de hace unos 2 millones de años, cuando las dos islas habrían estado conectadas. El estudio lo publica esta semana la edición online de la revista Comptes Rendus Palevol.
El origen de N. meloussae, la especie encontrada en Menorca, ha sido cuestionado por diferentes investigadores. El paleontólogo holandés J.F.W. Reumer postulaba que ésta no era una especie diferente de las encontradas en Mallorca, donde él mismo identificó restos de una tercera especie evolutivamente a medio camino entre las dos especies conocidas hasta entonces N. hidalgo y N. ponsi. Si esta hipótesis es correcta, esto implicaría que las musarañas Nesiotites no evolucionaron independientemente en las dos islas durante los últimos 5 millones de años, como han defendido otros trabajos, sino que esta musaraña habría habitado primero Mallorca, y más tarde habría colonizado Menorca . De hecho, el paleontólogo mallorquín Pere Bover y sus colaboradores postulan que no sólo esta especie sino toda la fauna de mamíferos endémicos de Menorca habría sido reemplazada por la fauna mallorquina hace unos 2 millones de años, aprovechando un período glacial cercano a la transición entre el Plioceno y el Pleistoceno. Desde entonces las faunas quedaron inalteradas hasta su extinción con la llegada del hombre, hace unos 5.000 años. Los resultados del trabajo que acaba de publicar, dan fuerza a esta hipótesis.
El género Nesiotites incluye un conjunto de musarañas fósiles endémico de islas mediterráneas sin representación actual. Se han encontrado restos en Mallorca, Menorca, Córcega y Cerdeña. El género fue descrito por la investigadora Dorothea M. A. Bate en 1944, a partir de diferentes especies de estas islas. La misma Bate describió dos especies diferentes: N. hidalgo descrita a partir de restos fósiles de Mallorca y N. corsicanus a partir de restos encontrados en Córcega. Hasta hace poco se conocían otras 3 especies: N. similis de Cerdeña descrita por Hensel, N. ponsi la especie mallorquina descrita por Reumer y N. meloussae de Menorca descrita por Joan Pons y Salvador Moyà. Recientemente el investigador Juan Rofes y colaboradores han publicado la descripción de una sexta especie, N. rafelinensis, también de Mallorca.
+ info Pons-Monjo, G., Moyà-Solà, S. & Furió, M. (Published online 2012). New data on the origin of Nesiotites (Soricidae, Mammalia) in Menorca (Balearic Islands, Spain). Comptes Rendus Palevol.
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