El Museo de la Ciencia de Valladolid acaba de inaugurar la exposición itinerante titulada 'Atapuerca y la evolución Humana'. La muestra está organizada y patrocinada por la Fundación Caixa Catalunya, habiendo visitado muchas localidades de nuestro país. Posiblemente se trata de la mejor exposición sobre Atapuerca que se ha realizado hasta el momento.
Además del abundante material gráfico y didáctico que muestra la exposición, hay que destacar que en Valladolid se van a mostrar los originales de dos de las piezas más importantes encontradas en la Sierra de Atapuerca. Se trata del cráneo 5 y del hacha bifaz 'Excalibur' (ver foto), ambos encontrados en la Sima de los Huesos, donde se encuentran cientos de restos de Homo heilderbegensis.
La exposición estará abierta hasta el 7 de Septiembre y se acompaña de actividades como sendas conferencias impartidas los días 17, 24 y 31 de julio por parte de los tres co-directores de las excavaciones, Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, respectivamente, bajo los títulos 'Atapuerca y Darwin', 'El primer europeo: la mandíbula de la Sima del Elefante' y 'Los Primeros Europeos'. Es una oportunidad única de poder escuchar a los tres pesos pesados de Atapuerca. A ellas se suman, además, la celebración de un taller de arqueología los sábados 19 y 26 de julio y 2 de agosto, otro de paleontología en las mismas fechas y el tercero y último, sobre arte prehistórico, los domingos 20 y 27 de julio y 3 de agosto. Un programa bien completo para estos meses de verano
miércoles, julio 16, 2008
El Creacionismo se cuela en la Expo de Zaragoza
A estas alturas probablemente todos los lectores de nuestra página web habréis oído en diversos medios de comunicación que durante el pasado fin de semana (10, 11 y 12 de Julio) se ha realizado un Congreso Internacional de Ecología organizado por el Pabellón de la Santa Sede de la Expo 2008. Siendo Zaragoza la cuna del Grupo Aragosaurus, y no habiendo podido asistir al congreso en cuestión al coincidir con las campañas de campo que estamos llevando a cabo en Huesca, Teruel y Atapuerca, no podemos resistir la tentación de aportar nuestro granito de arena al debate que ha suscitado este congreso.
Desde hace varias décadas la Iglesia Católica ha iniciado un proceso de reforma de la estrategia para divulgar su dogma. En una sociedad donde la palabra “ciencia” se asocia con “verdad” (aunque curiosamente pocos científicos afirmarían conocer la verdad absoluta sobre algo), la Iglesia está intentando disfrazar los principios de la Fe cristiana como axiomas, hipótesis y leyes científicas.
El máximo exponente de esta tendencia es el denominado Diseño Inteligente (DI), que no es más que una nueva redacción de las clásicas conjeturas creacionistas para darles un aspecto científico ante la audiencia profana. Resumiendo brevemente, el DI postula que es imposible que el grado de complejidad del universo en general y de la vida humana en particular se haya producido al azar, y por tanto defiende la existencia de una fuerza externa (nunca dicen Dios) que guió el proceso evolutivo desde el origen del universo hasta el hombre. Por otro lado, el mayor esfuerzo que realizan los defensores de esta corriente de pensamiento, que no puede ser denominada teoría, se centra en poner en duda las “Teorías darwinistas”, una especie de reducción al absurdo de la Teoría de la evolución propuesta por Darwin que omite entre otras cosas los últimos 149 años de avance en el campo de la Teoría Evolutiva.
Ahora parece que le ha llegado el turno a la Ecología. Según la RAE, la ecología es en su primera acepción la “Ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno”. Además, el diccionario de la Rae incluye otras dos definiciones que reflejan el uso más popular de la palabra: “Parte de la sociología que estudia la relación entre los grupos humanos y su ambiente, tanto físico como social.” y “Defensa y protección de la naturaleza y del medio ambiente.” Así pues hay que distinguir entre los ecólogos, científicos que se dedican al estudio de la interacción de los seres vivos y su entorno, y los ecologistas, activistas que luchan por la protección del medio ambiente.
Las comunicaciones presentadas en el congreso se centran en la segunda y tercera definiciones de la Ecología, dejando al margen toda perspectiva científica del asunto. Sin embargo, la organización del congreso anuncia tener un comité científico, compuesto en su totalidad por teólogos, filósofos y miembros de la Iglesia, sin que exista ningún ecólogo o biólogo dentro de este comité. En general, las ponencias presentadas al congreso se pueden resumir en los siguientes puntos:
El hombre es un ser superior, que se encuentra por encima de los demás seres vivos (animales y plantas) y ha sido creado como tal, a través de un proceso evolutivo finalista (Diseño Inteligente).
El hombre, como ser superior, tiene el deber moral de conservar el Medio Ambiente que le rodea.
Los hombres tienen la responsabilidad y la obligación de que cada persona pueda acceder a los bienes naturales y humanos necesarios para poder vivir una vida digna.
El cuidado del agua, los problemas de su explotación, de distribución y su aprovechamiento deben de ser considerados desde la perspectiva del destino universal de los bienes naturales escasos, a la vez que deben estudiarse con profundidad y seriedad científica para que el agua pueda ser un bien que se conserve en la tierra y todos los hombres puedan acceder a él en la medida necesaria para poder vivir dignamente.
En este enlace os podéis descargar las conclusiones finales del congreso, así como los resúmenes de todas las comunicaciones.
El I Congreso Internacional de Ecología ha sido un congreso teológico, donde se han tratado aspectos de Biología Evolutiva y Ecologistas desde un punto de vista no científico, sino filosófico y teísta, y se ha enmascarado como un congreso científico relacionado con el Medio Ambiente para poder incluirlo dentro de la Tribuna del Agua de la Expo2008.
Ante esta situación, la comunidad científica ha reaccionado a través del comunicado emitido por la Asociación Española de Ecología Terrestre, que podéis consultar en su página web y la respuesta de la sociedad ha sido firme, como podéis ver en esta noticia del diario público y en este video emitido por Cuatro. En cuanto a la reacción de la comunidad internauta, una simple búsqueda en Google permite ver la repercusión que ha tenido este congreso.
Desde Aragosaurus queremos transmitiros nuestro sentimiento de tristeza por tener que enfrentarnos una vez más y en pleno siglo XXI a la eterna lucha entre Ciencia y Religión. Esta batalla se ha librado suficientes veces en el pasado como para aprender que es un conflicto irresoluble, ya que ambos contendientes no juegan con las mismas reglas. Es como una partida de ajedrez donde uno de los jugadores juega con las reglas tradicionales y el otro utiliza las reglas del parchís. Ciencia y Religión son diferentes campos de conocimiento y como tales satisfacen diferentes necesidades de la mente humana. Ninguna de las dos necesita de la otra, y el conflicto entre ambas sólo existe si queremos provocarlo.
Desde hace varias décadas la Iglesia Católica ha iniciado un proceso de reforma de la estrategia para divulgar su dogma. En una sociedad donde la palabra “ciencia” se asocia con “verdad” (aunque curiosamente pocos científicos afirmarían conocer la verdad absoluta sobre algo), la Iglesia está intentando disfrazar los principios de la Fe cristiana como axiomas, hipótesis y leyes científicas.
El máximo exponente de esta tendencia es el denominado Diseño Inteligente (DI), que no es más que una nueva redacción de las clásicas conjeturas creacionistas para darles un aspecto científico ante la audiencia profana. Resumiendo brevemente, el DI postula que es imposible que el grado de complejidad del universo en general y de la vida humana en particular se haya producido al azar, y por tanto defiende la existencia de una fuerza externa (nunca dicen Dios) que guió el proceso evolutivo desde el origen del universo hasta el hombre. Por otro lado, el mayor esfuerzo que realizan los defensores de esta corriente de pensamiento, que no puede ser denominada teoría, se centra en poner en duda las “Teorías darwinistas”, una especie de reducción al absurdo de la Teoría de la evolución propuesta por Darwin que omite entre otras cosas los últimos 149 años de avance en el campo de la Teoría Evolutiva.
Ahora parece que le ha llegado el turno a la Ecología. Según la RAE, la ecología es en su primera acepción la “Ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno”. Además, el diccionario de la Rae incluye otras dos definiciones que reflejan el uso más popular de la palabra: “Parte de la sociología que estudia la relación entre los grupos humanos y su ambiente, tanto físico como social.” y “Defensa y protección de la naturaleza y del medio ambiente.” Así pues hay que distinguir entre los ecólogos, científicos que se dedican al estudio de la interacción de los seres vivos y su entorno, y los ecologistas, activistas que luchan por la protección del medio ambiente.
Las comunicaciones presentadas en el congreso se centran en la segunda y tercera definiciones de la Ecología, dejando al margen toda perspectiva científica del asunto. Sin embargo, la organización del congreso anuncia tener un comité científico, compuesto en su totalidad por teólogos, filósofos y miembros de la Iglesia, sin que exista ningún ecólogo o biólogo dentro de este comité. En general, las ponencias presentadas al congreso se pueden resumir en los siguientes puntos:
El hombre es un ser superior, que se encuentra por encima de los demás seres vivos (animales y plantas) y ha sido creado como tal, a través de un proceso evolutivo finalista (Diseño Inteligente).
El hombre, como ser superior, tiene el deber moral de conservar el Medio Ambiente que le rodea.
Los hombres tienen la responsabilidad y la obligación de que cada persona pueda acceder a los bienes naturales y humanos necesarios para poder vivir una vida digna.
El cuidado del agua, los problemas de su explotación, de distribución y su aprovechamiento deben de ser considerados desde la perspectiva del destino universal de los bienes naturales escasos, a la vez que deben estudiarse con profundidad y seriedad científica para que el agua pueda ser un bien que se conserve en la tierra y todos los hombres puedan acceder a él en la medida necesaria para poder vivir dignamente.
En este enlace os podéis descargar las conclusiones finales del congreso, así como los resúmenes de todas las comunicaciones.
El I Congreso Internacional de Ecología ha sido un congreso teológico, donde se han tratado aspectos de Biología Evolutiva y Ecologistas desde un punto de vista no científico, sino filosófico y teísta, y se ha enmascarado como un congreso científico relacionado con el Medio Ambiente para poder incluirlo dentro de la Tribuna del Agua de la Expo2008.
Ante esta situación, la comunidad científica ha reaccionado a través del comunicado emitido por la Asociación Española de Ecología Terrestre, que podéis consultar en su página web y la respuesta de la sociedad ha sido firme, como podéis ver en esta noticia del diario público y en este video emitido por Cuatro. En cuanto a la reacción de la comunidad internauta, una simple búsqueda en Google permite ver la repercusión que ha tenido este congreso.
Desde Aragosaurus queremos transmitiros nuestro sentimiento de tristeza por tener que enfrentarnos una vez más y en pleno siglo XXI a la eterna lucha entre Ciencia y Religión. Esta batalla se ha librado suficientes veces en el pasado como para aprender que es un conflicto irresoluble, ya que ambos contendientes no juegan con las mismas reglas. Es como una partida de ajedrez donde uno de los jugadores juega con las reglas tradicionales y el otro utiliza las reglas del parchís. Ciencia y Religión son diferentes campos de conocimiento y como tales satisfacen diferentes necesidades de la mente humana. Ninguna de las dos necesita de la otra, y el conflicto entre ambas sólo existe si queremos provocarlo.
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