Durante su evolución desde animales terrestres a animales totalmente acuáticos, los sirenios (grupo de mamíferos marinos que engloba a los actuales manatíes y dugongos), al igual que los cetáceos, pierden las extremidades posteriores, su pelvis se convierte en un hueso vestigial sin implicación en la locomoción, y el sacro se reduce a una única vértebra. Sobrarbesiren es una especie de sirenio que habitó en la Comarca de Sobrarbe en el Eoceno medio, hace aproximadamente 42 ma, cuando esta región oscense formaba parte del Golfo de Bizcaia. Sobrarbesiren es importante por su edad, la abundancia y buena conservación de sus fósiles, y porque se trata de un taxón muy primitivo que aún conservaba un sacro multivertebral y unas extremidades posteriores bien desarrolladas, de las que se conocen la pelvis, el fémur, la fíbula y la patela. Ahora bien, ¿Sobrarbesiren podría controlar su movimiento, o sus capacidades locomotoras ya estaban afectadas por el proceso de reducción de los miembros posteriores?
La revista Journal of Mammalian Evolution (JME) publica este mes en su edición impresa un artículo sobre las extremidades posteriores de Sobrarbesiren cardieli y sus implicaciones en la natación de este sirenio. El trabajo ha sido liderado por Ester Díaz Berenguer junto con José Ignacio Canudo (ambos investigadores del Grupo Aragosaurus-IUCA), Ainara Badiola de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y Alexandra Houssaye del Museo Nacional de Historia Natural de París.
En este nuevo trabajo se realiza por primera vez un estudio de la morfología funcional y la microanatomía de las extremidades posteriores de un sirenio. El estudio morfofuncional de los huesos de Sobrarbesiren revela que era capaz de realizar una gran variedad de movimientos con las extremidades posteriores, y que poseía una rodilla con una fuerte musculatura similar a la de los mamíferos terrestres. La existencia de una fuerte conexión entre el sacro y la pelvis nos indica, además, que podía controlar los movimientos de las patas, a diferencia de otros sirenios cuadrúpedos del Eoceno combinaba estas extremidades posteriores funcionales con una cola que había empezado a aplanarse y que es el principal medio de propulsión en el agua de las especies actuales. Estos datos nos permiten inferir que las extremidades de Sobrarbesiren estarían implicadas en la natación y, que este animal nadaría de una forma similar a las nutrias de río actuales combinando la undulación dorsoventral de la columna vertebral con movimientos simultáneos de las patas traseras.
La adaptación a la vida acuática de los vertebrados terrestres conlleva además de cambios en la morfología externa de los animales, cambios en la histología de los huesos. Los datos microanatómicos de los huesos de Sobrarbesiren revelan que su pelvis presenta un alto grado de osteosclerosis, es decir, un gran incremento de la compactación del tejido interno, siendo la primera vez que se describe una pelvis de amniota con estas características, combinada con el mayor grado de osteosclerosis observado en un fémur. Estos datos confirman la hipótesis de que los cambios microanatómicos preceden a los cambios en la morfología externa en el proceso de adaptación a la vida acuática de los verterbrados.
Aquí la referencia completa: Díaz-Berenguer, E., Houssaye, A., Badiola, A. et al. The Hind Limbs of Sobrarbesiren cardieli (Eocene, Northeastern Spain) and New Insights into the Locomotion Capabilities of the Quadrupedal Sirenians. J Mammal Evol 27, 649–675 (2020). https://doi.org/10.1007/s10914-019-09482-9