martes, octubre 27, 2020

Así se movia la vaca marina del Sobrarbe

 Durante su evolución desde animales terrestres a animales totalmente acuáticos, los sirenios (grupo de mamíferos marinos que engloba a los actuales manatíes y dugongos), al igual que los cetáceos, pierden las extremidades posteriores, su pelvis se convierte en un hueso vestigial sin implicación en la locomoción, y el sacro se reduce a una única vértebra. Sobrarbesiren es una especie de sirenio que habitó en la Comarca de Sobrarbe en el Eoceno medio, hace aproximadamente 42 ma, cuando esta región oscense formaba parte del Golfo de Bizcaia. Sobrarbesiren es importante por su edad, la abundancia y buena conservación de sus fósiles, y porque se trata de un taxón muy primitivo que aún conservaba un sacro multivertebral y unas extremidades posteriores bien desarrolladas, de las que se conocen la pelvis, el fémur, la fíbula y la patela. Ahora bien, ¿Sobrarbesiren podría controlar su movimiento, o sus capacidades locomotoras ya estaban afectadas por el proceso de reducción de los miembros posteriores?


La revista Journal of Mammalian Evolution (JME) publica este mes en su edición impresa un artículo sobre las extremidades posteriores de Sobrarbesiren cardieli y sus implicaciones en la natación de este sirenio. El trabajo ha sido liderado por Ester Díaz Berenguer junto con José Ignacio Canudo (ambos investigadores del Grupo Aragosaurus-IUCA), Ainara Badiola de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y Alexandra Houssaye del Museo Nacional de Historia Natural de París.
En este nuevo trabajo se realiza por primera vez un estudio de la morfología funcional y la microanatomía de las extremidades posteriores de un sirenio. El estudio morfofuncional de los huesos de Sobrarbesiren revela que era capaz de realizar una gran variedad de movimientos con las extremidades posteriores, y que poseía una rodilla con una fuerte musculatura similar a la de los mamíferos terrestres. La existencia de una fuerte conexión entre el sacro y la pelvis nos indica, además, que podía controlar los movimientos de las patas, a diferencia de otros sirenios cuadrúpedos del Eoceno combinaba estas extremidades posteriores funcionales con una cola que había empezado a aplanarse y que es el principal medio de propulsión en el agua de las especies actuales. Estos datos nos permiten inferir que las extremidades de Sobrarbesiren estarían implicadas en la natación y, que este animal nadaría de una forma similar a las nutrias de río actuales combinando la undulación dorsoventral de la columna vertebral con movimientos simultáneos de las patas traseras. 


La adaptación a la vida acuática de los vertebrados terrestres conlleva además de cambios en la morfología externa de los animales, cambios en la histología de los huesos. Los datos microanatómicos de los huesos de Sobrarbesiren revelan que su pelvis presenta un alto grado de osteosclerosis, es decir, un gran incremento de la compactación del tejido interno, siendo la primera vez que se describe una pelvis de amniota con estas características, combinada con el mayor grado de osteosclerosis observado en un fémur.  Estos datos confirman la hipótesis de que los cambios microanatómicos preceden a los cambios en la morfología externa en el proceso de adaptación a la vida acuática de los verterbrados. 


Aquí la referencia completa: Díaz-Berenguer, E., Houssaye, A., Badiola, A. et al. The Hind Limbs of Sobrarbesiren cardieli (Eocene, Northeastern Spain) and New Insights into the Locomotion Capabilities of the Quadrupedal Sirenians. J Mammal Evol 27, 649–675 (2020). https://doi.org/10.1007/s10914-019-09482-9

domingo, octubre 25, 2020

Descubierta una nueva especie de cangrejo ermitaño de hace 38 millones de años en el Pirineo Aragonés

Investigadores del Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza han descubierto una nueva especie de cangrejo ermitaño, encontrado en rocas de hace aproximadamente 38 millones de años, en la zona de Arguis (Huesca) en el Pirineo aragonés. El estudio, en el que ha participado el Instituto Geológico y Minero de España, acaba de ser publicado por la revista científica Acta Palaeontologica Polonica. La nueva  especie ha sido bautizada en honor a su descubridor, Agustín Gálvez, miembro de los “Voluntarios del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza”, mientras paseaba casualmente por las inmediaciones de Belsué (Huesca).


El ejemplar ha resultado ser uno de los más completos a nivel mundial de su grupo, según destaca Fernando-Ari Ferratges, investigador predoctoral del grupo de investigación Aragosaurus-IUCA, con quien realiza actualmente su tesis doctoral sobre los decápodos del Eoceno pirenaico. “Encontrar un cangrejo ermitaño fósil articulado en rocas del Pirineo aragonés es un hallazgo excepcional, ya que solo se conocen unos pocos ejemplos en todo el mundo y éste es único”, subraya.   



El fósil fue escaneado en 3D con tecnología de  microtomografía computerizada, y el escáner ya revelaba que el ejemplar podía estar completo dentro de la roca. Sin embargo, el contraste entre fósil y roca no permitía conseguir una reconstrucción adecuada del fósil por lo que fue necesario prepararlo de forma mecánica. Tras varios días de trabajo, el ejemplar resultó ser uno de los más completos a nivel mundial de su grupo.
Las rocas donde fue encontrado datan del periodo Eoceno superior, hace aproximadamente 38 millones de años. En aquel momento la zona comprendida entre las localidades de Lúsera y Arguis, en Huesca, estaba cubierta por un mar poco profundo donde cerca de la costa se desarrollaban complejos deltaicos con gran aporte de sedimento. 


Samuel Zamora, investigador del IGME y co-autor del trabajo, señala que  “debido a su anatomía y falta de mineralización en el exoesqueleto, los cangrejos ermitaños se descomponen con rapidez y son muy raros en el registro fósil; sin embargo, aquí quedó enterrado rápidamente permitiendo conservar muchos detalles anatómicos”.


Este trabajo es parte de una investigación más general que se está desarrollando en la Universidad de Zaragoza y que trata de conocer mejor los antiguos fondos marinos del Pirineo y las faunas que los habitaban. Marcos Aurell, catedrático de Estratigrafía de la Universidad de Zaragoza y co-autor del trabajo, indica “los yacimientos del Pirineo son excepcionales y su estudio permite conocer mejor como eran los ecosistemas hace millones de años y los procesos que en ellos se producían”. Es importante mencionar que los ambientes deltaicos son muy dinámicos y presentan una tasa de sedimentación elevada, permitiendo el enterramiento repentino de algunos organismos. De hecho, el cangrejo se encuentra fuera de su concha, lo que parece apuntar a “una estrategia de huida o defensa de estos organismos cuando quedan enterrados por avalanchas de sedimento”, apunta Ferratges.