Nuestra aragosaurera Gloria Cuenca nos ha mandado información de un
interesante proyecto que ha comenzado. Os la adjuntamos: El pasado
jueves 30 de mayo de 2013 tuve la suerte de dar una charla en el
Instituto de Educación Secundaria Luis Buñuel, que está a orillas del
Ebro, cerca de la pasarela de la Expo, en Zaragoza.
Preparé
una conferencia sobre egagrópilas, pequeños mamíferos, microfauna fósil y
Atapuerca. Como vimos hace unos días, los pequeños mamíferos son
elegantes y una de las características que los hace tan elegantes es la
magnífica perfección de sus huesos diminutos que, al contemplarlo con el
microscopio nos permite conocer inserciones musculares, morfologías de
adaptación a distintos tipos de locomoción, tipos de dieta. Además nos
permiten trabajar con grandes números por lo que su estudio nos ha
permitido reconstruir el clima y el ambiente del pasado en, por ejemplo
las cuevas de Atapuerca.
Los asistentes a la charla en el Luis
Buñuel eran alumnos de 4º de E.S.O. de Biología-Geología y de 2º de
Bachillerato de Ciencias de la Tierra del Curso 2012/2013.
Ellos
han desarrollado una práctica con unas egagrópilas que conseguimos hace
unos años en Burgos, no lejos de los yacimientos de Atapuerca, con la
intención de comparar la biodiversidad y riqueza de micromamíferos
actuales en la provincia, con los que vivieron en el pasado cerca de
los famosos hombres y mujeres de Atapuerca.
Los objetivos de la
práctica eran, para los alumnos, por una parte aprender a reconocer los
distintos huesos de estos vertebrados tan pequeños como son los
micromamíferos (ratones, musarañas, murciélagos, conejos), anfibios y
reptiles, aunque estos son bastante más escasos. Por otra parte estudiar
su anatomía y fijar conceptos de anatomía comparada al poder comparar
huesos homólogos en distintas especies. Por otra parte clasificar las
especies a partir de sus huesos y finalmente ver el grado de alteración
que presentan los huesos consumidos por las rapaces que producen las
egagrópilas.
Los objetivos de mi charla eran mostrar a los
alumnos la enorme utilidad de estas aves para conocer la composición de
las especies de pequeños mamíferos de una determinada región, si bien
necesitamos una cantidad lo suficientemente amplia como para que el
muestreo que hace el ave, sea significativo.
Por otra parte, como
la mayoría de los yacimientos de microvertebrados fósiles están
formados por la acumulación de cientos de egagrópilas; la
reconstrucción paleoambiental, paleoclimática y biocronológica de los
yacimientos cuaternarios depende en gran parte de la actividad de las
rapaces nocturnas en el pasado. Por lo tanto es fundamental conocer cómo
actúan estas aves sobre el ecosistema de pequeños vertebrados, qué
sesgo introducen y cómo modifican los restos óseos que eventualmente
pueden fosilizar y convertirse en los fósiles que acompañan a los de los
grandes mamíferos cuaternarios y al mismo hombre.
Después de mi
conferencia, los alumnos del I.E.S. me dieron una a mí una magnífica
charla con el resumen de lo que habían aprendido con la disección de las
egagrópilas burgalesas.
Aprendieron a diseñar y llevar a término
un proyecto científico mediante la técnica de la disección de las
egagrópilas. Para conocer la rapaz productora primero midieron, pesaron y
estudiaron la morfología de cada egagrópila. Luego la diseccionaron con
ayuda de pinzas, palillos, pinzas, y pinceles sobre bandejas de fondo
blanco (las ideales son las blancas, de poliespán, de la fruta). Para
hacer este trabajo utilizaron guantes y mascarillas para evitar
contaminaciones.
Una vez desecha la egagrópila extrajeron cada
uno de los huesos que contiene, los clasificaron anatómicamente y
contaron el número de huesos del mismo elemento anatómico por cada
egagrópila para saber el número de especímenes que contenía cada una.
Así, en la del resumen me enseñaron el resultado final con dos cráneos
aunque se veían al menos cuatro mandíbulas derechas por lo que la rapaz
se había comido cuatro micromamíferos.
En la fotografía se puede
ver la diferencia de conservación de los huesos extraídos de las
egagrópilas, que están prácticamente enteros y bien conservados con los
restos bastante fragmentarios de una muestra de los yacimientos de
Atapuerca. Finalmente elaboraron una base de datos muy completa, con los
huesos de micromamíferos que sacaron por cada egagrópila.
Se pueden descargar el método seguido y el resultado de la práctica de los alumnos en el pdf siguiente
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