La coloración en los vertebrados sirve para funciones que van desde un
discreto camuflaje hasta una ostentosa exhibición sexual. También puede
proporcionar información importante sobre el medio ambiente y la
biología de un organismo en particular. El pigmento más general y
abundante, la melanina, también tiene una amplia gama de funciones no
visuales, que incluye la termorregulación en vertebrados ectotermos o de
“sangre fría”, es decir aquellos cuya temperatura corporal depende de
la del medio ambient. En paleontología, la evolución funcional de los
pigmentos naturales es relativamente desconocida, debido a nuestra
limitada capacidad para identificar de forma inequívoca los rastros de
ella en el registro fósil.
El trabajo del que hablamos hoy,
publicado en la prestigiosa revista científica, Nature, presenta
evidencia química directa de pigmentación en la piel fosilizada de tres
reptiles marinos: una tortuga laúd, un mosasaurio y un ictiosaurio. Los
rastros oscuros de tejido blando preservado en estos fósiles están
dominados por la eumelanina, molecularmente conservada en asociación con
los melanosomas fosilizados.
El trabajo sugiere que,
contrariamente al color claro de muchos animales pelágicos actuales, por
lo menos algunos ictiosaurios eran de color oscuro. Se consigue así
conocer la pigmentación en tegumento fósil, además de lo que ya se
conocía en algunas plumas fósiles. Además los autores proporcionan
evidencia de melanismo convergente en tres linajes diferentes de
tetrápodos secundariamente acuáticos: tortugas, ictiosaurios y
mosasaurios. Sobre la base de los análogos de especies marinas actuales,
se propone que los beneficios de la termorregulación y / o camuflaje es
probable que hayan contribuido a este melanización.
Nota
aclaratoria: El color del pelo es el resultado de la adición a la
queratina del pelo de unas sustancias químicas de naturaleza fenólica
denominadas melanina, en la que se distinguen las eumelaninas derivadas
del aminoácido tirosina mediante oxidaciones y las feomelaninas, que
contienen compuestos de azufre conjugados con el anillo aromático de la
tirosina. En general, cuanto más eumelanina, más oscuro es el color del
pelo; y por el contrario, cuanto más feomelanina, más claro. La pérdida
de la capacidad parcial o total de producir melanina en los melanocitos
(son las células que producen melanosomas) de los bulbos pilosos para
transferirla al pelo en crecimiento es la causa del pelo “blanco” en los
individuos maduros y seniles.
Toda la información en Nature
No hay comentarios:
Publicar un comentario