El último premio Paleonturología fue concedido a Samuel Zamora,
investigador del Instituto Geológico y Minero de España y un habitual
colaborador de la web de Aragosaurus. Samuel es especialista en
equinodermos fósiles del Cámbrico que ha estudiado en diferentes partes
del mundo, aunque su tesis se realizo en rocas del Cámbrico de Zaragoza.
A raíz de la concesión del premio, el Diario de Teruel publicó una entrevista con Samuel que en parte os reproducimos.
Samuel
apunta que los "Los equinodermos son el único grupo de animales que
exploró un nuevo plan corporal, la simetría pentarradiada. Sin embargo
las larvas y los primeros fósiles de estos animales eran bilaterales. En
términos evolutivos es uno de los grupos clave para analizar cómo
surgieron estos nuevos planes corporales. En ecología son muy
importantes ya que son muy susceptibles a los cambios ambientales.
Actualmente los ecólogos están muy preocupados por la acidificación de
los océanos y los equinodermos son uno de los grupos utilizados para
analizar este proceso. La paleontología puede ofrecer muchas respuestas a
estas cuestiones dando una perspectiva temporal".
Sobre los dos ejemplares de la nueva especie descrita con el nombre Ctenoimbricata spinosa,
objeto de estudio en el artículo científico que ha recibido el premio
Paleonturología, Samuel explica que "son fósiles de un par de
centímetros pero difíciles de reconocer en el campo. El Cámbrico,
periodo al que pertenecen, es muy importante en la evolución de la vida
en el planeta, según el científico, "ya que en este momento aparecen los
representantes más antiguos de todos los grupos animales que dominaran
los mares en momentos posteriores. Ctenoimnbricata representa el
equinodermo más primitivo, tenía forma aplanada, espinas rodeando el
cuerpo, una gran boca en la parte anterior y lo más importante, era
bilateral y no radial".
El estudio revela que toda la morfología de Ctenoimbricata
es única, aunque lo más importante es la presencia de simetría
bilateral. En este sentido, Zamora argumenta que "durante décadas los
zoólogos y biólogos del desarrollo han discutido en base a los datos
procedentes de las larvas actuales de equinodermos y sus genes cómo
debió ser el primer equinodermo. Muchos datos apuntan a que debió ser
bilateral, pero los datos paleontológicos de los primeros fósiles
sugerían que tuvo una simetría radial. Gracias al hallazgo de Ctenoimbricata
ahora sabemos que los primeros equinodermos fueron bilaterales pero no
sólo eso, además sabemos qué aspecto tenían y cómo se alimentaban. Lo
que ha supuesto este hallazgo es la confirmación final de algo que se
intuía desde hace más de un siglo pero que los fósiles nunca antes
habían confirmado".
La investigación llevó a los científicos
aproximadamente dos años. Utilizaron para ello un micro escáner CT o
microtomógrafo computerizado, para estudiar los fósiles, que hay en el
Museo de Historia Natural de Londrés. Sobre la técnica de la
microtomografía, explica que "la técnica consiste en escanear los
fósiles a una altísima resolución de manera similar a lo que los
escáneres médicos hacen con no- otros. A partir del escaneado se
obtienen unas 2.000 radiografías de un fósil que en este caso es de unos
2 centímetros. Posteriormente fueron necesarios más de 6 meses de
tratamiento informático para poder revelar con total exactitud la
morfología que tuvo Ctenoimbricata".
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