Estamos de enhorabuena con mayúsculas. Nuestro aragosaurero Juan Rofes
(CNRS/MNHN-Paris) ha liderado un trabajo que acaba de publicarse en la
prestigiosa revista británica Scientific Reports del grupo Nature. Con
un alto índice de impacto (WOS 2014: 5,58), es la quinta revista
multidisciplinaria más importante del mundo. Este artículo ha
significado aunar los esfuerzos de investigadores de numerosas
disciplinas, la mayoría de ellos de la UPV-EHU, y esperamos tenga una
gran repercusión científica y mediática.
Por primera vez se han
combinado tres importantes registros paleoclimáticos (pequeños
vertebrados, microfauna marina e isótopos estables) para obtener mayor
resolución en la reconstrucción ambiental de la Región Cantábrica
durante el Pleistoceno Superior, cubriendo cerca de 35.000 años. Dos de
estos registros vienen de Antoliñako Koba (Bizkaia, España), un depósito
arqueológico excepcional que contiene una larga secuencia
crono-cultural de nueve niveles, desde el Auriñaciense hasta el
Epipaleolítico. Este yacimiento fue excavado y procesado durante 20 años
por el arqueólogo Mikel Aguirre (UNED). La foto de arriba corresponde a
las excavaciones en la cueva, situada a poca distancia del litoral.
La
señal paleoecológica de los microvertebrados (mamíferos, anfibios y
reptiles) y los datos de isótopos estables (carbono y nitrógeno)
obtenidos de este yacimiento continental son contrastados con evidencia
microfaunística marina (foraminíferos plantónicos y bénticos, ostrácodos
e isótopos de oxígeno) recolectados al sur de la Bahía de Bizkaia por
la Dra. Blanca Martínez García (UPV-EHU). Una serie de fechados
radiocarbónicos para la secuencia de Antoliña hicieron posible comparar
las diferentes señales entre sí, y también con otros conocidos registros
ambientales Noratlánticos (episodios sedimentológicos y palinológicos
para la Región Cantábrica, variaciones del nivel eustático y curvas de
isótopos de oxígenos de sondeos de hielo del norte de
Groenlandia-NGRIP).
Los dos principales objetivos de este estudio
son, por tanto: 1) contrastar los registros continental y marino de la
misma región, llenando los vacíos que suelen existir en las secuencias
terrestres con el registro marino, generalmente más completo; y 2)
obtener una reconstrucción paleoambiental continua para el período entre
44 y 9 mil años antes del presente (cal BP) en la Región Cantábrica,
correlacionando todas las señales mencionadas anteriormente. Una serie
de eventos cálidos y fríos se han registrado a nivel regional, que
coinciden en mayor o menor medida con la evolución climática del
hemisferio norte durante el Pleistoceno Superior, discutiéndose toda
esta problemática en detalle a lo largo del trabajo, que cuenta además
con una amplia y rigurosa sección metodológica.
Referencia completa:
Rofes,
J., Garcia-Ibaibarriaga, N., Aguirre, M., Martínez-García, B., Ortega,
L., Zuluaga, M.C., Bailon, S., Alonso-Olazabal, A., Castaños, J. &
Murelaga, X. Combining Small-Vertebrate, Marine and Stable-Isotope Data
to Reconstruct Past Environments. Scientific Reports 5, 14219; doi:
10.1038/srep14219 (2015).
WEB link: http://www.nature.com/articles/srep14219
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