Nuestros colegas del equipo de Atapuerca acaban de publicar un
interesante artículo en la revista científica International Journal of
Osteoarchaeology sobre una lesión que tenía en el metatarso del pie uno
de los individuos de Homo antecessor recuperado en el nivel TD6
de Gran Dolina. Es un lesión de deportistas como los maratonianos. Las
entrevistas a las investigadoras Laura Martín-Francés y María Martinón
Torres las hemos obtenido de DiCYT, donde se puede encontrar la noticia desarrollada por Cristina G. Pedraz.
Laura
apunta sobre la lesión en este hueso del pie. “En ese pequeño metatarso
hemos encontrado un tipo de lesión ósea que se denomina comúnmente
fractura de estrés o de marcha. Cuando hablamos de una fractura parece
que estamos a acostumbrados a pensar en algo más violento, una partición
abierta de hueso en dos partes, y en este caso se trata de una serie de
micro fracturas debidas a que el hueso se ve sometido durante mucho
tiempo a un ejercicio continuado que al final no es capaz de resistir y
se va micro fracturando”
Por tanto, la importancia del hallazgo
radica en que se trata de una patología muy difícil de identificar ya
que “son fracturas microscópicas, tampoco muy dolorosas, y la mayoría de
veces se curan sin dejar ni una sola marca”. En este caso, los
investigadores han logrado detectar la patología por la inflamación de
la superficie del hueso derivada de la micro fractura.
María
Martinón apunta “Lo que hemos observado es la inflamación del hueso
reaccionando a esa lesión, lo que se denomina periostitis, que es lo que
nos llamó la atención de que había una lesión en el hueso. Hoy en día
estamos aplicando a los fósiles una de las tecnologías más complejas y
sofisticadas que existen, la microtomografía axial computarizada o
micro-CT de alta resolución, de manera que podemos ver cortes con una
precisión de micras”.
Las fracturas de estrés o de marcha son
típicas en deportistas de élite como los corredores de maratón, personas
sometidas a un ejercicio continuado en el tiempo. “En el Pleistoceno
inferior, en torno a un millón de años de antigüedad, podemos suponer
que el medio de locomoción más frecuente era ir a pie. Pero al parecer
esta especie se desplazaba a distancias considerables y por un terreno
irregular, lo que ha podido provocar esa fractura”, agrega María.
Referencia
Bibliográfica: Martín-Francés, L; Martinón-Torres, M; Gracia-Téllez, A;
Bermúdez de Castro, JM. 2013. Evidence of Stress Fracture in a Homo antecessor Metatarsal from Gran Dolina Site (Atapuerca, Spain). International Journal of Osteoarchaeology. (DOI:10.1002/oa.2310)
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