Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont
(ICP) describen en un artículo publicado en la revista Journal of Human
Evolution nuevos restos dentales de dos hembras de la especie Anoiapithecus brevirostris.
Uno de los fósiles tiene entre 12.3 y 12.2 millones de años de
antigüedad, lo que lo convierte en la evidencia más antigua de una
especie de hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones,
orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) en la Península Ibérica.
En
el año 2009, un equipo de investigadores del ICP dirigido por Salvador
Moyà-Solà describió un nuevo género y especie de hominoideo a partir de
los restos de un cráneo encontrados en el Vertedero de Can Mata, en
Hostalets de Pierola (Barcelona). Bautizada como Anoiapithecus
brevirostris, este fósil corresponde a un macho que vivió hace 11.9
millones de años. Su nombre en latín responde a la comarca donde fue
encontrado (Anoia) y al hecho de presentar un morro corto, aunque
popularmente se le conoce como Lluc. Este hallazgo, publicado en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA, añadió una
nueva especie de gran simio antropomorfo del Mioceno del Vallés-Penedés a
la lista de las que ya conocidas: Pierolapithecus catalaunicus, Hispanopithecus crusafonti, Hispanopithecus laietanus y Dryopithecus fontani.
El
investigador David M. Alba, conjuntamente con otros investigadores del
ICP y otras instituciones, ha publicado en la revista Journal of Human
Evolution un artículo donde se describen nuevos restos dentales de Anoiapithecus brevirostris
del Vertedero de Can Mata. Se trata de dos fragmentos de maxilar
superior que conservan varios dientes. Uno de ellos, recuperado durante
el proceso de lavado del sedimento que se extrae durante las
excavaciones, procede de la misma localidad que la cara de Lluc. El otro
fue recolectado el año 2002 de otra localidad que, con una antigüedad
de 12.3 y 12.2 millones de años, lo convierte en el resto fósil más
antiguo de un hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones,
orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) de la Península Ibérica.
Los
investigadores han evaluado el grosor del esmalte de los dientes
mediante microtomografía de rayos-X, una técnica no invasiva que permite
ver la estructura interna de los fósiles con gran detalle, así como la
morfología del seno maxilar, una cavidad craneal muy informativa desde
un punto de vista filogenético. También han estudiado el tamaño y forma
de los dientes, y los han comparado con las del holotipo de Anoiapithecus
(el fósil que sirvió para definir la especie en su momento) y de otras
especies de hominoideos fósiles de la cuenca del Vallés-Penedés. Los
análisis realizados han llevado a concluir que los fósiles estudiados
pertenecen a la misma especie descrita en 2009.
Aunque la morfología y las proporciones de los restos estudiados permiten confirmar que corresponden a la especie Anoiapithecus brevirostris,
los dientes son ligeramente más pequeñas que las ya conocidas. Esto es
especialmente evidente en el caso de la raíz de la canina (colmillo),
que es bastante más pequeña que en el holotipo. Estas diferencias son
habituales entre machos y hembras de muchas especies de grandes
antropomorfos actuales y otros homínidos fósiles (lo que se conoce como
dimorfismo sexual), lo que ha llevado a los investigadores a inferir que
los nuevos restos descritas corresponden a dos individuos de sexo
femenino.
El hominoideo europeo más antiguo conocido corresponde a
un fragmento de diente de hace unos 16-17 millones de años, encontrado
en Alemania y tentativamente atribuido al género Griphopithecus.
La presencia de hasta cuatro géneros diferentes de hominoideos fósiles
en la cuenca del Vallés-Penedés, en un período de poco más de 3 millones
de años (un tiempo muy breve en términos geológicos), supone una
extraordinaria paleobiodiversidad de grandes simios antropomorfos en el
Mediterráneo occidental durante el Mioceno.
Más información en la web del ICP
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